
Desde el primer episodio, The Pitt nos ha llevado a vivir una experiencia intensa dentro de la sala de emergencias del PTMC. Hasta este punto, la serie ha seguido la jornada de 15 horas del Dr. Michael "Robby" Robinavitch (Noah Wyle), quien ha enfrentado una serie de eventos devastadores: la pérdida de pacientes, la desesperación de sus familiares, un ataque violento a la enfermera Dana Evans (Katherine LaNasa) y la revelación de que su amigo Langdon ha estado robando medicamentos, todo coincidiendo con el quinto aniversario de la muerte de su mentor, el Dr. Adamson, víctima del COVID-19.
En el episodio más reciente, el número 13, lo que finalmente derrumba a Robby es la pérdida de Leah, la novia de su hijastro Jake (Taj Speights). Tras un tiroteo masivo en un festival de música, la joven llega a emergencias con una herida de bala en el pecho. Robby lucha por salvarla, utilizando incluso cuatro bolsas de sangre, lo que genera críticas de su colega, el Dr. Abbot (Shawn Hatosy). A pesar de sus esfuerzos, Leah muere y Jake culpa a Robby por su fallecimiento.

El impacto de esta pérdida es el catalizador final para la crisis del protagonista. Aislado en la morgue improvisada del hospital, Robby se derrumba entre sollozos, recordando cada una de las vidas que no pudo salvar ese día. "No sé a cuántos he ayudado hoy, pero puedo nombrar a cada uno de los que murieron", confiesa en un monólogo cargado de dolor. Su angustia llega al punto de reprocharle a Jake que olvidará a Leah antes que él, un momento desgarrador que lo lleva a disculparse desesperadamente antes de expulsar al joven de la habitación y sucumbir al agotamiento emocional.

Mientras Robby enfrenta su crisis, el resto del PTMC sigue en plena emergencia. Dana Evans, cuya interpretación ha sido alabada por su autenticidad, se convierte en un punto de estabilidad en medio del caos. Por otro lado, Langdon, el médico que fue descubierto robando medicamentos, intenta redimirse regresando a su puesto, lo que genera tensión en el equipo. La serie también encuentra momentos para el humor, como la escena en la que Whittaker usa un taladro médico EZ-IO en un payaso, un guiño a la absurda realidad de la sala de emergencias.

Con solo dos episodios restantes en la temporada, The Pitt ha establecido un punto de inflexión para su protagonista. La pregunta es si Robby podrá reponerse de esta crisis o si sus heridas emocionales lo alejarán de la medicina. La serie ha demostrado ser una de las propuestas más crudas y realistas sobre el personal médico, y su desenlace promete ser igual de intenso.