Al mencionar a Fievel y el nuevo mundo (An American Tail), es probable que vengan a tu mente recuerdos de infancia. Este clásico animado, dirigido por Don Bluth y estrenado en 1986, marcó a toda una generación con la historia de una familia de ratones que huye de Rusia en busca de un futuro mejor en América. Pero lo que quizá no todos recuerdan es que su secuela, Fievel va al Oeste (1991), trajo consigo el regreso (y despedida) de una de las grandes leyendas de Hollywood.
Una secuela del salvaje oeste
Letterboxd
Después del éxito de la primera película, Steven Spielberg, productor del proyecto, decidió seguir explorando las aventuras del pequeño ratón Fievel Mousekewitz. Si en la primera historia giraba en torno al tema de la inmigración y el sueño americano, en Fievel va al Oeste la trama se desplaza hacia la conquista del lejano oeste, una época insignia de la historia estadounidense.
Para esta secuela, Don Bluth no pudo retomar la dirección debido a otros compromisos, y la película cayó en manos de Phil Nibbelink y Simon Wells. Sin embargo, Spielberg volvió como productor y aportó una de sus ideas más brillantes para la película: darle un papel a James Stewart, leyenda del cine clásico, conocido por protagonizar filmes como Qué bello es vivir (1946) y El hombre que mató a Liberty Valance (1962).
La última actuación de James Stewart
Slash Film
Stewart había dejado atrás su carrera cinematográfica a mediados de los años 70, tras acumular más de 78 películas en su trayectoria. Aunque ocasionalmente hacía apariciones en anuncios de televisión, el actor llevaba años alejado de los focos.
A pesar de ello, Spielberg, admirador declarado del actor, estaba decidido a que Stewart participara en Fievel va al Oeste. Según un artículo del Los Angeles Times de 1991, el cineasta y Stewart coincidieron en una fiesta, donde Spielberg le ofreció prestar su voz a Wylie Burp, un viejo perro sheriff inspirado en los héroes del cine del oeste que Stewart había interpretado en su juventud.
Para sorpresa del director, Stewart aceptó pero con una condición: Spielberg debía estar presente en el estudio y dirigirlo personalmente durante el doblaje. Spielberg aceptó sin dudarlo.
Un adiós digno de una leyenda
Collider
Este doblaje fue más que un simple papel para James Stewart. Fievel va al Oeste representó su última aparición oficial en el cine, cerrando su carrera en un género que le había dado muchas de sus películas más icónicas: el western. Si bien se trataba de una película animada, la esencia de Stewart quedó inmortalizada en la figura del viejo sheriff, que despedía la misma calidez y nobleza que el actor transmitía en cada uno de sus personajes.
James Stewart falleció seis años después, en 1997, a los 89 años, sin embargo, su participación en Fievel va al Oeste fue, en cierto modo, un regalo para los fans y una muestra del cariño que sentía por el séptimo arte hasta el final.
Así que si alguna vez disfrutaste de las aventuras de Fievel y su familia, ahora tienes un motivo más para volver a ver esta secuela y redescubrir el último papel de una auténtica leyenda de Hollywood.