
Desde su estreno, Medusa ha mantenido en vilo a la audiencia con una trama llena de intriga, venganza y luchas de poder. Dirigida por Said Chamie y Claudia Sánchez, la serie se desarrolla en el Caribe colombiano y cuenta con un elenco de renombre que incluye a Juana Acosta, Manolo Cardona y Sebastián Martínez.
La producción ha sido ampliamente elogiada por su ritmo narrativo y giros argumentales, aunque también ha recibido críticas por el uso del acento caribeño por parte de algunos actores. Muchos espectadores han señalado que la representación lingüística no es fiel a la realidad barranquillera, lo que ha generado debate en redes sociales.

Un marketing polémico y efectivo
Uno de los factores que han impulsado el interés por Medusa es la agresiva estrategia de publicidad implementada por Netflix en Colombia. Desde su anuncio, la serie generó especulaciones sobre si estaba inspirada en hechos reales, particularmente en la influyente familia Char, un clan político y empresarial de la región. Aunque los creadores han negado cualquier relación directa, la similitud en algunos elementos de la trama con la dinámica de poder en la costa caribeña ha alimentado la curiosidad del público.
Otro de los movimientos más comentados fue la participación del abogado Abelardo De La Espriella en la campaña de promoción. El jurista, conocido por sus vínculos con personalidades políticas y del entretenimiento, anunció en redes que había logrado la cancelación de la serie por afectar la reputación de una familia poderosa. Sin embargo, días después, se reveló que todo formaba parte de una estrategia publicitaria de la agencia Sancho BBDO para generar controversia y aumentar la expectativa.

Éxito a pesar de las críticas
A pesar de las polémicas, Medusa ha sido un éxito rotundo en la región y en otros países de habla hispana. La serie ha alcanzado el primer lugar en el ranking de Netflix en México, Argentina, Colombia y España, consolidándose como uno de los contenidos más populares de la plataforma.
El interés generado por la serie demuestra la efectividad de las narrativas locales con un enfoque global, así como el poder del marketing en la era digital. Medusa no solo ha conquistado a la audiencia con su historia de traición y poder, sino que también ha dejado claro que la polémica sigue siendo una de las estrategias más efectivas para captar la atención del público.