
Si buscas una película que combine ciencia ficción, humor y una fuerte carga emocional, no dudes en darle una oportunidad a Proyecto Adam esta noche en Netflix. Es muy probable que termines sorprendiéndote de cuánto puede conmover una historia que, en el fondo, nos habla de lo más esencial: la familia y el tiempo.
La trama nos presenta a Adam Reed (Ryan Reynolds), un piloto del futuro que se embarca en una misión de lo más personal: viajar al pasado para confrontar su propio trauma infantil. En su viaje, se encuentra con su yo de 12 años (interpretado por Walker Scobell), y juntos deberán enfrentarse a desafíos que van mucho más allá de las paradojas temporales. La química entre Reynolds y Scobell es indiscutible, logrando una dinámica fraternal que aporta tanto humor como ternura a la narrativa.

Lo que realmente distingue a Proyecto Adam de otras películas del género es su enfoque en las relaciones familiares, especialmente el vínculo padre-hijo. La participación de Mark Ruffalo y Jennifer Garner como los padres de Adam añade una dimensión emocional profunda, recordándonos que, a veces, los verdaderos viajes en el tiempo son aquellos que hacemos a través de nuestros recuerdos y emociones.

La dirección de Levy, conocido también por su trabajo en Free Guy, equilibra la acción con la emotividad. Las escenas de combate y los efectos visuales futuristas no opacan el corazón de la historia. Al contrario, sirven como un telón de fondo espectacular para una narrativa íntima y reflexiva.
Proyecto Adam deja al espectador con una sensación agridulce, capaz de arrancar tanto risas como lágrimas. Su enfoque accesible pero profundo convierte a esta cinta en una opción perfecta para una noche en casa, ya sea en solitario o en compañía.