Cuando pensamos en Depredador, la mayoría recuerda a Arnold Schwarzenegger y su equipo de mercenarios abriéndose paso en la jungla al ritmo de la banda sonora tribal de Alan Silvestri. Sin embargo, pocos rememoran que la primera escena de esta cinta dirigida por John McTiernan no ocurre en la Tierra, sino en el espacio profundo.
En lugar de iniciar con helicópteros y soldados, Depredador arranca mostrando una nave espacial acercándose lentamente a nuestro planeta. En un plano largo y silencioso, el vehículo extraterrestre lanza una cápsula que se precipita hacia la atmósfera terrestre. Luego, un fundido a negro da paso a la introducción más recordada: la llegada de Dutch (Schwarzenegger) y su equipo, listos para lo que parece una misión de rescate militar.
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Esta escena espacial no es un simple adorno. De hecho, McTiernan la incluyó estratégicamente para establecer desde el principio que Depredador no es solo un filme de guerra, sino una obra de ciencia ficción y terror. Sin esta secuencia, el espectador podría pensar que se encuentra ante un relato convencional de soldados contra guerrilleros. Sin embargo, la realidad es que estos hombres musculosos y bien armados se enfrentarán a la amenaza más letal del universo: un cazador alienígena con habilidades mortales.
La sutileza de McTiernan se refleja incluso en pequeños detalles. Por ejemplo, cuando el superior de Dutch baja la persiana de su oficina, el director nos insinúa que lo militar es solo un telón de fondo. Como en el teatro, se baja el telón para dar paso a una historia de otro género, uno en el que la fuerza bruta no será suficiente.
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A pesar de la importancia de esta introducción, muchos espectadores la olvidan rápidamente, eclipsada por la adrenalina de las escenas posteriores. Pero al revisitarla, se puede apreciar cómo McTiernan utilizó cada imagen para preparar al público, entregando desde el primer momento las claves de la narrativa que seguiría.
Depredador marcó el inicio de una franquicia que, décadas después, sigue viva con secuelas, cómics y adaptaciones. Y aunque la saga ha tenido altibajos, esa escena inaugural permanece como un testimonio del ingenio y la visión de su director. Una verdadera lección de cine que, lamentablemente, ha quedado en la sombra para muchos fanáticos.