Sylvester Stallone es, sin duda, uno de los actores más icónicos de Hollywood. Su imagen musculosa y su voz grave se han convertido en sinónimo del cine de acción gracias a sagas legendarias como Rocky, Rambo y Los indestructibles. Sin embargo, no todo ha sido éxito en la carrera del intérprete de 78 años. Treinta años después de su estreno, Stallone aún no supera el fracaso de una cinta de ciencia ficción que él mismo ha calificado como “la mayor equivocación de su carrera”.
Judge Dredd, dirigida por Danny Cannon y estrenada en 1995, se basó en la popular historieta británica del mismo nombre. La trama prometía un viaje fascinante a una distopía futurista donde las Megaciudades, atestadas de habitantes y plagadas de criminalidad, eran controladas por los “Jueces”, una fuerza policial totalitaria con el poder de ser policía, juez, jurado y verdugo. Stallone interpretó a Joseph Dredd, el protagonista, en lo que debía ser una representación oscura y profunda de la justicia en un mundo caótico.
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Pero el resultado no fue el esperado. La película fue duramente criticada por su tono inconsistente, un guion débil y la falta de fidelidad al material original. Los fans de la historieta criticaron el enfoque humorístico que Stallone imprimió al personaje, muy lejos de la seriedad y el misterio del Dredd de los cómics. Incluso, el actor recibió en 1996 un Razzie Award al peor actor del año, un golpe duro para una figura tan consolidada.
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En una conferencia de prensa en 2008, Stallone no se guardó nada: “Pienso que la mayor equivocación de mi carrera fue mi manejo negligente de Judge Dredd. La película podría haber sido una visión fantástica, nihilista e interesante del futuro, pero me dejó realmente devastado”.
Aunque su carrera ha tenido muchos altibajos, Stallone ha logrado mantenerse en la cima, reinventándose y volviendo a conectar con el público. Sin embargo, ni siquiera el éxito continuado ha logrado borrar el sabor amargo de aquel desliz de ciencia ficción. Treinta años después, el actor sigue preguntándose cómo una película con tanto potencial terminó convertida en un rotundo fracaso.