La actriz y escritora Julianne Moore ha manifestado su sorpresa y descontento tras conocer que su libro infantil Freckleface Strawberry ha sido prohibido en las escuelas administradas por el Departamento de Educación de la Defensa (DODEA, por sus siglas en inglés). Esta medida fue tomada en cumplimiento de una orden ejecutiva de la administración de Donald Trump, que buscaba eliminar lo que consideraba "adoctrinamiento radical" en la educación K-12.
Publicado en 2007 e ilustrado por LeUyen Pham, Freckleface Strawberry es un libro semiautobiográfico que narra la historia de una niña de siete años con el cabello rojo y la cara llena de pecas. A lo largo de la historia, la protagonista enfrenta burlas y preguntas incómodas sobre su apariencia, lo que la lleva a intentar deshacerse de sus pecas. Sin embargo, con el tiempo, aprende a aceptarlas como parte de su identidad y comprende que lo que la hace diferente también la hace especial.
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Según un memorando del DODEA, el libro de Moore fue identificado para "revisión adicional" junto con otros títulos, como No Truth Without Ruth, una obra ilustrada sobre la jueza de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg. La revisión se centró en determinar si estos textos promueven "ideología de género" o "ideología de equidad discriminatoria".
Moore, quien creció en una familia de militares y se graduó en una escuela del DODEA en Alemania, expresó su indignación en redes sociales. "Es un libro que escribí para mis hijos y para otros niños, para recordarles que todos enfrentamos dificultades, pero estamos unidos por nuestra humanidad y nuestra comunidad", declaró. Además, cuestionó la justificación para la censura de su obra: "No puedo evitar preguntarme qué tiene de controvertido este libro ilustrado como para que el gobierno de EE.UU. lo prohíba".
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La prohibición de Freckleface Strawberry ha generado un intenso debate sobre la libertad de expresión y la censura en la literatura infantil. La organización PEN America, que defiende la libre expresión a través de la literatura, alertó a la autora sobre la medida y ha denunciado el creciente veto de libros en las escuelas estadounidenses.
A pesar de la controversia, el libro de Moore sigue siendo un referente en la literatura infantil por su mensaje de autoaceptación y diversidad, valores que, según la autora, deberían ser fomentados en la educación de las nuevas generaciones y no censurados bajo criterios políticos.