'Un dolor real' es mucho mejor que varias de las películas disponibles en cines colombianos y te decimos por qué
Santiago Díaz Benavides
Lector, melómano, miope curioso y cinéfilo. Me dicen El Profesor. Vivo en Bogotá con mi prometida y dos perros. También trabajo en una librería.

La película de Jesse Eisenberg y Kieran Culkin se aleja de los convencionalismos del género y nos ofrece un viaje emocional que muchas producciones en cartelera no logran alcanzar.

Cine Colombia

Hay que decirlo así: No existe hoy en la cartelera de los cines colombianos otra película con un guion tan inteligente como 'Un dolor real'. Pocas cintas, de las que han arribado en el último tiempo a las salas nacionales, logran combinar con tal precisión profundidad emocional, grandes actuaciones y una buena historia. Aunque la película no ha tenido un estreno masivo en el país, es una obra que, sin duda, supera en calidad y significado a muchas de las que actualmente se proyectan en la cartelera nacional.

Lo que hace especial a 'Un dolor real' es su capacidad de explorar el dolor, la memoria y la identidad sin recurrir a los clichés del drama convencional. La historia sigue a Benji (Kieran Culkin) y David (Jesse Eisenberg), dos primos que viajan a Polonia para recorrer lugares emblemáticos de su historia judía, luego de haber perdido a su abuela. Cada uno lidia con el dolor a su manera. La película no se detiene en la tragedia histórica, sino que la usa como un espejo para examinar el sufrimiento íntimo de sus personajes.

Cine Colombia

A diferencia de muchas películas que abusan del melodrama o de giros de guion forzados, 'Un dolor real' mantiene una naturalidad refrescante. No hay grandes discursos lacrimógenos ni soluciones fáciles; en su lugar, vemos cómo las interacciones entre Benji y David nos revelan capas profundas de su relación y de su propia lucha interna. El guion de Eisenberg logra que los diálogos entre ellos sean tan auténticos y creíbles que el espectador se siente parte de la conversación, lo que refuerza la conexión con la historia.

Cine Colombia

Uno de los mayores aciertos de la película es la actuación de Kieran Culkin, quien ofrece una interpretación que equilibra la comedia con el drama de manera magistral. Su personaje es impredecible, encantador e irritante en igual medida. En cada momento Culkin logra que el espectador comprenda su complejidad emocional. Por otro lado, Eisenberg, además de dirigir y escribir, se sumerge completamente en su papel, ofreciendo un personaje más reservado, estructurado y lleno de neurosis.

Justamente él demuestra una vez más que no solo es un actor talentoso, sino también un escritor y director con una voz única. Su guion mezcla el humor y el drama de una manera orgánica, permitiendo que la historia fluya de manera natural. La película nunca cae en sentimentalismos baratos ni en moralejas obvias; en su lugar, deja que el espectador saque sus propias conclusiones sobre la naturaleza del dolor y las relaciones familiares.

Cine Colombia

En definitiva, esta dupla protagónica es mucho más poderosa y genuina que muchas interpretaciones que actualmente podemos ver en las pantallas grandes. En comparación con algunas de las superproducciones en cartelera, donde las actuaciones a menudo se ven opacadas por efectos especiales y tramas superficiales, 'Un dolor real' demuestra que la verdadera emoción no necesita grandes presupuestos, sino personajes bien construidos y actuaciones memorables.

Cine Colombia

Contraria a muchas películas comerciales, donde la narrativa es predecible y las emociones son manipuladas con fórmulas repetitivas, 'Un dolor real' respeta la inteligencia del público. Se atreve a dejar preguntas abiertas y a desafiar las expectativas, algo que rara vez se ve en los estrenos más populares. La cinta nos ofrece un viaje introspectivo que realmente deja huella. Es una película que nos habla del duelo, la identidad y la forma en que nos enfrentamos a nuestras propias heridas, sin subestimarnos como espectadores.

Mi recomendación es, pues, si tienes la oportunidad de verla, no la dejes pasar: es una de esas joyas que el cine nos regala de vez en cuando y que, sin necesidad de artificios, nos recuerda lo que significa realmente conectar con una historia.

facebook Tweet
Noticias relacionadas