Nick Nolte es un nombre tan conocido en la historia de Hollywood por sus actuaciones como por los escándalos que casi sepultaron su carrera antes de que despegara. Hoy, con 83 años, Nolte puede mirar hacia atrás en su carrera con orgullo, habiendo protagonizado 75 películas, obtenido tres nominaciones al Óscar y ganado un Globo de Oro. Sin embargo, su vida pudo haber tomado un rumbo completamente diferente debido a un error en su juventud que lo llevó al borde de una condena.
El crimen de Nick Nolte
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Corría el año 1961 cuando un joven Nick Nolte, apenas con 20 años, fue arrestado por vender documentos de identidad falsificados. Las consecuencias fueron graves: una multa de 75,000 dólares y una sentencia de 45 años de prisión. De haber cumplido esta condena, Nolte habría salido en libertad como un anciano, con sus sueños de convertirse en actor completamente destruidos.
Sin embargo, el juez que dictó su sentencia mostró clemencia. Nolte recibió libertad condicional bajo una condición estricta: cualquier nuevo arresto lo enviaría directamente a prisión para cumplir los 45 años originalmente impuestos. Este respiro le dio a Nolte la oportunidad de rehacer su vida, aunque el peso de ese error lo acompañaría por décadas.
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El pasado de Nolte no permaneció enterrado por mucho tiempo. En los años 70, cuando su carrera empezaba a tomar vuelo, fue amenazado con chantajes. Según reveló el propio actor, un tabloide estadounidense lo contactó exigiendo exclusivas durante un año a cambio de no revelar su historial criminal. En lugar de ceder a la extorsión, Nolte decidió tomar el control de la narrativa y confesó públicamente en una entrevista que había sido condenado por falsificar documentos.
Esta decisión, aunque arriesgada, le permitió salir del escándalo sin mayores consecuencias y consolidó su imagen como alguien dispuesto a enfrentar sus errores.
De la cárcel al estrellato
Nickie Swift
A pesar de este episodio en su vida, Nolte comenzó a construir su carrera en 1973 con un papel en la serie Las calles de San Francisco. Desde entonces, se convirtió en un rostro habitual del cine, participando en éxitos de taquilla y filmes de culto. Entre sus trabajos más destacados están 48 horas (1982), El príncipe de las mareas (1991) (que le valió un Globo de Oro), y Warrior (2011), que le trajo su tercera nominación al Óscar.
En sus memorias Rebel: My Life Outside the Lines, Nolte reflexionó sobre su pasado, señalando que enfrentarlo fue crucial para poder seguir adelante. "Los errores más grandes de tu vida deben abordarse. Hablar de ellos es el mejor camino para superarlos", confesó.
Nick Nolte es la prueba viviente de que, incluso ante los peores errores, la redención y el éxito son posibles. Hoy es reconocido como un grande entre los actores veteranos, pero llegar a ese nivel le costó más de lo que muchos se imaginan. ¿Conocías esta historia del actor?