
Cien años de soledad se ha convertido en un fenómeno mundial desde su estreno, que fue el pasado 11 de diciembre de 2024. Sin duda, el reparto ha ayudado a que la producción genere impacto en el público internacional y ese es el caso de Claudio Cataño.
El intérprete asumió el desafío de unirse al elenco como uno de los principales retos de su carrera. En los años que lleva frente a las cámaras ya había hecho otros proyectos importantes y en especial protagonizó uno que lo marcó, que fue A mano limpia.
Y le impactó tanto que le regaló varios de los mejores amigos que tiene en la industria del entretenimiento. De hecho, su compañero en ese entonces, Manuel Sarmiento, quien interpretaba al villano de la primera temporada llamado El Vikingo, apareció en la serie basada en el libro de Gabriel García Márquez.

En el proyecto de Netflix personificó al coronel Gregorio Stevenson, uno de los grandes amigos de Aureliano Buendía y el encargado de llevar a Macondo las novedades que surgían en la guerra de los mil días alrededor.
Su personaje no fue principal, por lo que puede ser que su participación haya pasado desapercibida.

¿De qué se trataba 'A mano limpia'?
"Manuel Guerra, conocido como ‘El león’, regresa a su barrio luego de pagar cinco años de cárcel por asesinar a una persona en una pelea clandestina y sale con el firme propósito de rehacer su vida y asegurarse de que su hermano menor, Vicente, no termine como él. Sin embargo, al regresar a su barrio, su hermano ya se ha hundido en las mismas peleas y se convierte en la mano derecha del Vikingo, el explotador que lo reclutó a él años atrás", comienza diciendo la sinopsis oficial.
Además, se agrega que "Manuel, en su afán de llevar a Vicente por el camino correcto, es incapaz de controlar las cosas y solo genera enfrentamientos y angustia a su alrededor. Por fortuna se encuentra con Silvia Pizarro, una estudiante de psicología de una prestigiosa universidad, quien en contra de su voluntad y junto con su amiga Luisa ha sido enviada a realizar sus prácticas al colegio donde estudia Vicente. Ella, sin saberlo, se convierte en la posibilidad de unir esfuerzos en una tarea común: alejar a los muchachos de la violencia, sacarlos de las calles y ayudarles a encontrar un futuro mejor".
Finalmente, "en contra de todas las predicciones y usando una vieja casa abandonada, Manuel y Silvia crean el gimnasio "A Mano limpia", que logra reunir a los muchachos para practicar boxeo legal y de paso se convierte en el lugar de encuentro al que los jóvenes llevan todos sus problemas e inquietudes".