La carrera de Steven Spielberg está llena de éxitos inolvidables que lo han consolidado como uno de los grandes directores de la historia del cine. Sin embargo, hay una película en su filmografía que él preferiría olvidar y aunque hayan pasado 33 años desde su estreno, sigue sin sentirse cómodo con el resultado de este proyecto.
A pesar de que evitó hablar del tema durante años, incluso con Robin Williams, fue en 2011 cuando Spielberg confesó en una entrevista para Entertainment Weekly que no estaba nada satisfecho con el resultado de Hook: El capitán Garfio. "Hay partes de Hook que me encantan. Estoy muy orgulloso de mi trabajo hasta que Peter es llevado en paracaídas por la ventana hacia el País de Nunca Jamás. Pero me siento mucho menos orgulloso de las secuencias en el País de Nunca Jamás, porque no me sentía cómodo con ese mundo tan estilizado", explicó el director.
La historia detrás de 'Hook'
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Hook sigue la historia de Peter Banning (interpretado por Robin Williams), un hombre que ha dejado atrás su pasado como Peter Pan, pero se ve obligado a regresar al País de Nunca Jamás cuando el Capitán Garfio (Dustin Hoffman) secuestra a sus hijos. Con la ayuda de Campanita (Julia Roberts) y los Niños Perdidos, Peter debe recordar quién es y recuperar su infancia para salvar a su familia.
Aunque la premisa era prometedora y contaba con un reparto impresionante, Spielberg ha sido muy crítico con su propio trabajo en esta película. En una entrevista de 2013 en el programa de radio Kermode and Mayo’s Film Review, confesó que le cuesta mucho ver la película. En 2016, durante el Festival de Cannes, compartió nuevamente su opinión sobre Hook al compararlo con su película El buen amigo gigante.
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Al ser cuestionado sobre las similitudes entre ambas producciones, el director fue claro: "Espero que [El buen amigo gigante] no tenga nada que ver con Hook. Espero que sea totalmente diferente. Espero que sea mucho mejor que Hook".
El mayor problema que enfrentó Spielberg con esta película fue la limitación tecnológica de la época. Si bien hoy en día podría haber realizado todo el mundo fantástico de Nunca Jamás con personajes en live-action y escenarios digitales, en 1991 tuvo que trabajar con decorados físicos, pintando árboles de colores como azul y rojo, lo que limitó su visión creativa.
Un film que no logró enamorar a su propio creador
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No fue hasta 2018 cuando Spielberg habló más a fondo sobre su experiencia en el rodaje de Hook, revelando en una entrevista con Empire que nunca se sintió cómodo durante la filmación.
Me sentía como un pez fuera del agua haciendo Hook. No confiaba en el guion. Tenía confianza en el primer acto y en el epílogo, pero no en el cuerpo de la historia. Realmente no sabía lo que estaba haciendo, y traté de ocultar mi inseguridad enfocándome en la producción. Cuanto más inseguro me sentía, más grandes y coloridos se volvían los decorados.
A pesar de todo, Hook fue un éxito comercial, recaudando 300 millones de dólares en taquilla con un presupuesto de 70 millones. Quizás esa estética artesanal y colorida fue parte de su encanto para muchos, y es precisamente esa magia lo que ha hecho que generaciones de jóvenes sigan disfrutando de la película a lo largo del tiempo, incluso si su propio creador aún no logra apreciarla completamente.