A lo largo de su carrera, Clint Eastwood ha hecho elecciones que lo han llevado a convertirse en uno de los nombres más grandes de Hollywood. Sin embargo, no siempre dijo "sí" a cada oportunidad. De hecho, en los años 80, rechazó un papel que luego se convertiría en uno de los más icónicos del cine de acción.
Desde sus días en los westerns de Sergio Leone como El bueno, el malo y el feo hasta sus impactantes trabajos como director en Million Dollar Baby o Río místico, Eastwood ha sido una fuerza imparable en la industria durante más de seis décadas. A pesar de todo esto, incluso un gigante como Eastwood no puede aceptar cada papel que le llega. Y en 1988, decidió que Duro de matar (Die Hard en inglés) no era para él. La razón detrás de esta decisión es una historia curiosa que los amantes del cine de acción no pueden dejar de conocer.
¿Por qué Clint Eastwood rechazó 'Duro de matar'?
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Para los fanáticos de las películas de acción, es difícil imaginar a alguien más que Bruce Willis en el papel de John McClane. Sin embargo, Clint Eastwood era uno de los nombres principales considerados para interpretar al policía de Nueva York que se enfrenta a un grupo de terroristas en el famoso Nakatomi Plaza.
En una entrevista reciente, Jeb Stuart, guionista de Duro de matar, reveló que Clint Eastwood rechazó el papel por una razón bastante inesperada: simplemente no entendía el humor del guion. Según Stuart, Eastwood dijo a los productores: “No entiendo el humor”. Y así, una de las oportunidades más grandes del cine de acción se le escapó a uno de los actores más grandes de Hollywood.
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Lo más sorprendente de esta historia es que Eastwood había adquirido los derechos de la novela Nothing Lasts Forever, en la que se basa Duro de matar, con la intención de protagonizar una película basada en ella. Sin embargo, el proyecto nunca vio la luz, y cuando finalmente el filme comenzó a desarrollarse bajo el título Die Hard, parecía que se había alejado demasiado de la visión original.
Con Clint Eastwood fuera del juego, los productores consideraron a varios otros actores de renombre para el papel de John McClane, como Harrison Ford, Richard Gere y Sylvester Stallone. Finalmente, la oportunidad cayó en las manos de Bruce Willis, que en ese momento era más conocido por su trabajo en televisión. Al final, Duro de matar no solo fue un éxito rotundo, recaudando más de 140 millones de dólares, sino que catapultó a Willis a la fama internacional.
¿Qué hubiera pasado si...?
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Es interesante imaginar qué habría sido de Duro de matar si Clint Eastwood hubiera aceptado el papel. ¿Habría sido tan popular? ¿Habría tenido el mismo impacto? Lo que es seguro es que Bruce Willis hizo lo suyo y el resto es historia.
Al final, esta es solo una de las muchas historias fascinantes que demuestran cómo, en el cine, cada decisión puede marcar una gran diferencia. Así que la próxima vez que veas Duro de matar, piensa en cómo una simple frase, “No entiendo el humor”, cambió el curso del cine para siempre.