Sin sombra de dudas, uno de los presentadores más conocidos de Colombia, por no decir el más, es Juan Diego Alvira. Con un poco más de 40 años, ha logrado conquistar a audiencias de diversas generaciones a través de su empatía a la hora de mostrar temas de interés general frente a las cámaras.
Por su facilidad para conectar con el público ha estado en programas de los principales medios de comunicación del país. En ese sentido, cabe destacar que tuvo un inicio discreto en City TV, pero que lo llevó a catapultarse exponencialmente años después con pasos por Caracol Televisión, la edición digital de la Revista Semana y en Canal Uno, donde se encuentra actualmente frente a varios proyectos a la vez.
Además de brillar en la televisión, suma experiencia en radio y en estos momentos es uno de los panelistas principales de W Radio. Sin embargo, ni toda la fama que posee lo han librado de vivir experiencias incómodas.
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Y es que, como es bien sabido por sus seguidores, su gran pasión es la reportería de calle, pues adora tener contacto directo con la gente de a pie la mayor cantidad de tiempo que le sea posible, lo cual le ha traído sus ires y venires.
El gran karma que ha tenido que cargar Juan Diego Alvira por su fama
Si bien en ese proceso ha conocido las necesidades de los televidentes que le siguen, también se ha convertido en un personaje público con alta exposición. Al respecto, comentó en Los 40 que ya ha llegado al punto de tener que hacer uso de escolta y transporte blindado.
“Sí, por supuesto, y he tenido carros blindados y escoltas que, la verdad, los detesto. No hay cosa más jarta y aburridora que usted tener a un tipo o a dos tipos metidos en el carro en el que usted va”, expresó.
Caracol Televisión
A su vez, agregó que “pero digamos que se han superado. Fueron momentos en los que se supo de amenazas porque la Policía y las autoridades me hicieron un estudio. Fue cuando estuve en Caracol y en CityTV. Cuanto trabajé en ambos canales me amenazaron por temas de narcotráfico, drogas, microtráfico, pues yo denuncié a un grupo de jíbaros y me les tiré el negocio”.