“Es el personaje más inútil del mundo”: Robin fue retirado de una película de Batman, ¡pero el actor ya había sido contratado!
Santiago Díaz Benavides
Lector adicto, miope curioso y cinéfilo. Una vez tuve una columna de cine que nadie leyó. Todos dicen que me parezco a El Profesor.

Una figura clave del universo de Batman estuvo a punto de aparecer en la secuela dirigida por Tim Burton, pero decisiones creativas inesperadas lo dejaron fuera.

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La historia de Batman en el cine ha estado llena de altibajos y anécdotas inolvidables. Uno de los episodios más curiosos ocurrió durante la producción de 'Batman regresa' (1992), dirigida por Tim Burton. En esta secuela, un joven actor ya había sido contratado para interpretar a Robin, el icónico compañero de Batman, pero su personaje fue eliminado en el último momento. Marlon Wayans, un prometedor actor de 19 años, vio cómo su sueño de formar parte de una de las franquicias más importantes de la época se desmoronaba antes de empezar. Pero, ¿qué ocurrió exactamente para que Robin no llegara a la gran pantalla en esa ocasión?

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El plan original: Robin mecánico

En las primeras versiones del guion de 'Batman regresa', Robin tenía un papel significativo en la historia. Lejos de ser el compañero habitual que los fanáticos conocían, Robin iba a ser retratado como un mecánico callejero, vestido con un overol desgastado y una “R” descolorido en el pecho. La idea era darle un aire más realista y oscuro, en sintonía con la visión gótica que Burton había creado para Gotham City.

Para cuando se acercaba septiembre de 1991, con las filmaciones programadas para comenzar pronto, Burton y su equipo se apresuraban a completar el reparto. Fue entonces cuando Marlon Wayans fue elegido para el papel. Los decorados para su personaje estaban listos, los trajes diseñados, e incluso se había creado una figura de Robin para el merchandising. Todo parecía indicar que Robin haría su gran debut cinematográfico, pero las cosas no siempre salen como se planean.

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Una decisión creativa inesperada

A medida que el guion evolucionaba, la historia se volvía cada vez más compleja. Ya había personajes de peso como el Pingüino (Danny DeVito), Gatúbela (Michelle Pfeiffer) y Max Shreck (Christopher Walken), y el equipo creativo se dio cuenta de que añadir a Robin sobrecargaría la trama. En ese contexto, tanto Tim Burton como el guionista Daniel Waters llegaron a una conclusión drástica: Robin debía ser eliminado. Según Waters, tanto él como Burton consideraban a Robin como "el personaje más inútil del mundo", y la naturaleza solitaria de su versión de Batman no encajaba con la figura de un compañero.

Lo que no todos sabían era que Marlon Wayans ya había firmado un contrato no solo para Batman regresa, sino también para una segunda película. Aunque nunca llegó a interpretar a Robin, Wayans recibió un pago de 100 mil dólares y, según él mismo reveló, aún recibe cheques de regalías por ese contrato. "Me contrataron, me pagaron y hasta hoy sigo recibiendo cheques de vez en cuando", confesó el actor en una entrevista con Lewis Howes.

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La frustración y el "¿qué hubiera sido?"

Para Marlon Wayans, la noticia de que su papel había sido eliminado fue un duro golpe. En sus propias palabras, expresó cómo ese momento marcó un punto clave en su carrera: "Podría haber sido el primer actor negro en interpretar a Robin en una gran producción de Hollywood. Estaba emocionado, pero luego recibí una llamada de Tim Burton y la productora Denise Di Novi diciéndome que no iba a estar en la película". Aunque el actor confiesa que se sintió herido por la decisión, también admite que rápidamente encontró una manera de seguir adelante, lanzando su propia serie 'The Wayans Bros.' poco después.

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No obstante, la pregunta persiste: ¿cómo habría cambiado la carrera de Wayans si hubiera interpretado a Robin? Él mismo se lo ha preguntado, reconociendo que el papel podría haberlo llevado en una dirección completamente diferente, pero es una incógnita que nunca se resolverá.

La historia de Marlon Wayans como el Robin que nunca fue es solo uno de los tantos "y si..." que rodean la industria del cine. Aunque nunca llegó a ponerse el traje del fiel compañero de Batman, su historia es un recordatorio de cómo las decisiones creativas, muchas veces ajenas a los actores, pueden cambiar el destino de una película y la carrera de quienes participan en ella.

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