La octava entrega de la saga galáctica más famosa de todos los tiempos, también conocida como Star Wars: Los últimos Jedi aterrizó en los cines en 2017 y ahora puedes disfrutarla en Disney+. Si eres fan de la franquicia, seguramente recuerdas el revuelo que causó esta película, ¿verdad? Pues bien, ha llegado el momento de desentrañar sus misterios.
Misiones imposibles y desconfianzas rebeldes
A diferencia de sus hermanas de trilogía, esta cinta no fue dirigida por J.J. Abrams, sino por Rian Johnson y sí que se notó el cambio. Después de los eventos de El despertar de la Fuerza, Rey (Daisy Ridley) finalmente encuentra al legendario Luke Skywalker (Mark Hamill) escondido en Ahch-To, un planeta que es básicamente una gran piscina galáctica. Pero ojo, que el viejo Jedi no es exactamente lo que Rey esperaba. Aun así, accede a enseñarle tres lecciones que te dejarán con la boca abierta.
Mientras tanto, Rey descubre que Luke tiene un pasado turbio con el hijo rebelde de Han Solo, nada más y nada menos que Kylo Ren (Adam Driver). Y este chico tiene sus propios planes para el Imperio que harán que te tiemblen las rodillas.
Variety
Pero espera, que hay más. Nuestro Poe (Oscar Isaac) envía a los rebeldes Rose (Kelly Marie Tran) y Finn (John Boyega), junto con el adorable BB-8, a una misión secreta en Cantonica. Su objetivo: encontrar un descifrador de códigos en la ciudad de Canto Bight que pueda desactivar el dispositivo de rastreo imperial.
Poe empieza a desconfiar de la almirante rebelde Holdo (Laura Dern), quien aparece en escena para sustituir a la herida Leia (la inolvidable Carrie Fisher). Spoiler alert: Holdo tiene un plan arriesgado bajo la manga.
El misterio se resuelve ¡5 años después!
The Hollywood Reporter
Ahora viene lo bueno. Cinco años después del estreno, cuando pensábamos que habíamos analizado cada fotograma hasta el cansancio, el mismísimo Rian Johnson decide soltar la bomba en una entrevista con la revista Empire. ¿Recuerdas toda esa controversia sobre "matar el pasado"? Pues resulta que lo interpretamos todo mal.
Johnson confesó que ni siquiera él creía en las palabras de Kylo sobre matar el pasado, como algunos fans enojados habían interpretado su película. "Para mí", dijo el director, "las imágenes finales de la película no deconstruyen el mito de Luke Skywalker, sino que lo construyen y lo abrazan. [Esas imágenes] se resisten a la idea de 'tirar el pasado' y abrazan lo que el mito realmente significa y cómo inspirará a la próxima generación".
Decider
Al final del día, lo que Johnson nos regaló fue una visión original y atrevida de Star Wars como mito. La implementó con un toque artístico único para el cine de género de gran presupuesto. ¿El resultado? Ni una copia al carbón del familiar "Episodio VII", ni un final complaciente como el "Episodio IX" que buscaba agradar a toda costa con puntos de nostalgia.
Así que ya lo sabes. Si quieres revivir esta montaña rusa emocional y desentrañar sus secretos por ti mismo, Star Wars: Los últimos Jedi te espera en Disney+. ¿Quién sabe? Tal vez descubras algo que se nos pasó por alto a todos.