Recientemente se le ha conocido por estar en producciones de gran renombre como Enfermeras, General Naranjo, El cartel o El capo. Sin embargo, a finales de los 90 se destacó como uno de los principales sex symbols de la televisión colombiana. Se trata, nada más y nada menos, que de la actriz Sandra Guzmán.
Además de su larga trayectoria en cine, teatro y televisión, la intérprete estuvo rodeada por el mundo del entretenimiento desde siempre puesto a que nació en una familia de artistas. Andrea Guzmán, la famosa Yadira Pacheco de Pedro el escamoso, es su hermana. Asimismo, ambas son primas de Amparo Grisales y Patricia Grisales.
Con todo a su favor, la celebridad ha sabido llegar a lo más alto dentro de la industria. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa para ella. Hace algunos días dio una entrevista para el programa de chismes Lo sé todo, en la que recordó cuando se enteró que su esposo le fue infiel con la empleada doméstica que tenían en su casa.
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“Hay un ventanal muy grande y a través del ventanal los vi. Desafortunadamente, los encontré, los vi. La luz permitió que me diera cuenta de la escena, de la situación muy comprometedora”, comentó acerca de la situación.
Cabe mencionar que hasta el momento que describió no había identificado quién era la amante de su marido. No en tanto, se logró esconder y los vio bajar por una escalera que daba de la terraza al balcón, estando “en ropa interior y recién bañaditos”.
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Entre tanto, agregó que “esa persona que trabaja para él me conocía, me atendía, y me atendía muy cariñosa y amablemente. Lejos de mi imaginación, pero lejos a kilómetros, de imaginarme que esa persona pudiese vincularse, de tener algún tipo de relación con quien en ese momento era supuestamente mi pareja”.
¿Y cómo reaccionó Sandra Guzmán?
“¿Cómo reaccioné?, pues como una loca. Agresión no hubo, solo le di una cachetada porque él utilizó una expresión que a cualquier mujer ofendería y se ganó su cachetada, bien merecida, no me arrepiento”, añadió.
Finalmente dijo al programa que “él terminó teniendo una relación con una persona, afortunadamente corta, de 7 u 8 meses, porque tenía una compañía. Personalmente, creo que cometí el error de serme infiel porque terminé entrando en una relación que desde el principio dije: ‘Esto no es lo que yo quiero’. Desde que yo conocí a esa persona, supe que no era el perfil de persona con la que yo me iba a sentir cómoda. Era una persona que tenía otros planes en su vida, tenía otras ideas del vínculo en su cabeza, así que, desafortunadamente, lo encontré con otra persona”.