A comienzos de la década pasada, muchos escuchaban el nombre de Michael B. Jordan y lo relacionaban con el reconocido basquetbolista. De hecho, muchos pensaban que se trataba de la misma persona a pesar que fuesen dos celebridades dedicadas a campos totalmente distintos. Sin embargo, poco a poco el joven actor fue ganándose un lugar importante en el imaginario colectivo.
Su participación como niño o adolescente en proyectos exitosos como Blanco y negro, El reto, Blackout o Escuadrón Rojo no hicieron con que su fama alcanzara el máximo nivel posible. Sin embargo, en 2012 comenzó a hacer largometrajes de mayor impacto tales como Poder sin límites, Hotel Noir, Las novias de mis amigos y la fallida versión de Los 4 Fantásticos, en la que dio vida a La antorcha humana/Johnny Storm.
Con tanta experiencia, ya pedía pista en filmes de alto impacto tanto en la crítica, como en la taquilla, así que Ryan Coogler no lo pensó dos veces al momento de seleccionarlo como protagonista de la saga de Creed, que es una serie de spin-offs de Rocky.
Marvel Studios
No obstante, como si no fuera suficiente, el actor afroamericano volvió a trabajar con el cineasta en cuestión en su incursión en el mundo de los superhéroes con Pantera negra, interpretando al inolvidable villano, Killmonger.
Para muchos, el de Michael B. Jordan ha sido uno de los tres mejores villanos del Universo Cinematográfico de Marvel. De hecho, los fans sufrieron su derrota en el filme porque sabían que eso significaba que no volvería a aparecer aunque muchos querían que fuese él quien heredara el manto de T'Challa tras el fallecimiento de Chadwick Boseman.
Lo que sufrió Michael B. Jordan por hacer 'Pantera negra'
Sin embargo, aunque los fans amaron su rol en Pantera negra, para él no todo fue color de rosa alrededor del premiado título.
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"Para poder lidiar con ese tipo de dolor e ira y todas estas emociones que Erik representa, eso de ser negro aquí en Estados Unidos, pude, de alguna manera, poner eso, ya sabes, en un personaje, pero que sentía en la vida real. Entonces, eso es algo que no tomé a la ligera. Simplemente hice lo que sentí que tenía que hacer, o lo que sentí que era correcto en ese momento, en cada paso del camino", comenzó diciendo.
Asimismo, agregó que a lo largo de las filmaciones no había ningún plan real, tampoco había un plan de fuga. Vivir cada día era simplemente entrar en ese espacio y tratar de permanecer allí en personaje el mayor tiempo posible.
"Creo que estar en ese tipo de estado mental, tan real, intransigente... ¡Todo el tiempo, me afectó!", declaró el actor durante una reciente entrevista con Oprah, en la que concluyó diciendo: "Me puse un poco nervioso y deprimido después".