Desde el mismo momento en que comienza, el primer episodio de 'Terminator Zero' te agarra por el cuello y no te suelta hasta que los créditos aparecen en pantalla. Este nuevo anime de Netflix, producido por el reconocido estudio japonés Production I.G., ha logrado lo impensable: hacer aún mejor una de las franquicias de ciencia ficción más icónicas de todos los tiempos. Y lo ha hecho con tal éxito que se ha colado entre las tres mejores entregas de 'Terminator', una saga que siempre había tenido a sus dos primeras películas como las indiscutibles referencias del género.
Este primer episodio del anime tiene un ritmo tan frenético que en todo momento nos encontramos al borde de nuestros asientos, sin tiempo siquiera para respirar, y mucho menos para pararnos a ir al baño. La historia sigue a Eiko, una soldado enviada desde un futuro devastado por Skynet para salvar a Malcolm Lee, un científico que está desarrollando una inteligencia artificial capaz de rivalizar con la temible Skynet. Lo que al principio podría parecer una historia ya vista en esta franquicia, rápidamente se transforma en algo mucho más profundo y lleno de giros inesperados.
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Una trama que no da tregua
Los primeros episodios de 'Terminator Zero' están repletos de acción, pero no es solo el frenesí lo que te atrapa, sino la constante sensación de peligro inminente. Desde las primeras escenas, donde Eiko apenas logra escapar de una emboscada de Terminators en un Tokio futurista, hasta su llegada al pasado para intentar salvar a Lee, no podemos evitar sentir la adrenalina en cada minuto.
Además, el entorno donde transcurre la acción añade un toque de frescura que hace de este anime una experiencia única. Tokio, en lugar de las acostumbradas ciudades estadounidenses, se convierte en el campo de batalla entre humanos y máquinas, lo que introduce nuevos retos y formas creativas de enfrentarlos.
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Más que solo acción
Aunque la serie comienza con escenas explosivas, 'Terminator Zero' no se limita a ser una montaña rusa de adrenalina sin sustancia. De hecho, uno de los puntos más fuertes es cómo introduce debates filosóficos sobre la relación entre humanos y máquinas. Las conversaciones entre Malcolm Lee y su IA Kokoro —que podrían parecer largas en un contexto de pura acción— son clave para entender las motivaciones de los personajes y el conflicto moral que atraviesa la serie. Lee lucha desesperadamente por demostrar que la humanidad merece ser salvada, mientras que Kokoro, su creación, duda ante la evidencia de la autodestrucción humana.
Este enfoque más introspectivo es lo que le da a 'Terminator Zero' una capa de complejidad que la diferencia de otras entregas de la saga. Production I.G., el estudio detrás de la animación, ya había explorado temas similares en 'Ghost in the Shell', y ahora lo aplican con maestría en el universo de 'Terminator'.
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Un regreso triunfal para la franquicia
La calidad de la animación es otro de los aspectos que destacan desde el primer episodio. El uso de técnicas mixtas de animación tradicional en 2D y modelado 3D para las máquinas añade una atmósfera visual impresionante. Los Terminators lucen más aterradores que nunca, con sus endoesqueletos reluciendo en cada movimiento, mientras las escenas de combate se ven fluidas y llenas de detalles. La dirección de Masashi Kudō ('Bleach') se hace evidente en cada cuadro, y el guion de Mattson Tomlin ('The Batman') le da un dinamismo y profundidad que no dejan indiferente a nadie.
'Terminator Zero' no es solo una serie más dentro del catálogo de Netflix. Es, seguramente, una de las obras maestras del anime en lo que va de 2024, una pieza clave para aquellos que buscan acción intensa y una narrativa inteligente en el vasto universo de la ciencia ficción. ¿El único problema? No querrás pausar ni un segundo de la serie.