La serie de Netflix basada en la novela gráfica de Gerard Way, el también vocalista de My Chemical Romance, la popular banda estadounidense, culminó con su cuarta temporada en este segundo semestre del 2024, y nos dejó un final que ha dividido los ánimos de quienes hemos seguido esta producción desde su inicio. Si bien el cierre apocalíptico era de esperarse, muchos no quedaron satisfechos con la forma en que se desarrollaron las últimas escenas, en particular cuando se trata del destino de nuestros personajes favoritos.
Desde su introducción en la primera temporada, el personaje que más se ganó el corazón de los fans fue, sin duda alguna, Klaus Hargreeves, interpretado por Robert Sheehan. Su irreverente sentido del humor, su lucha con la adicción y su habilidad para comunicarse con los muertos lo convirtieron en uno de los personajes más complejos y queridos de la serie. Klaus era el alma de la familia, el que lograba mantener la ligereza en medio del caos, y ver cómo su historia terminó de forma tan abrupta y poco satisfactoria fue un golpe difícil para sus seguidores, entre los que me incluyo.
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El destino de Klaus: ¿Un sacrificio innecesario?
A lo largo de las cuatro temporadas, Klaus demostró ser más que un simple alivio cómico. Su capacidad para resucitar y hablar con los muertos se volvió crucial en varios momentos de la serie, pero en la última temporada, su rol pareció haberse minimizado. El sacrificio final de los hermanos Hargreeves, en el que se borran de la existencia para salvar el universo, fue un final trágico que, si bien tiene sentido desde el punto de vista narrativo, nos dejó preguntándonos si era necesario que Klaus también fuera parte de esa conclusión. (La respuesta la sabemos, pero nuestro corazón se niega a aceptarla).
Klaus fue uno de los personajes con mayor evolución en la serie. Pasó de ser alguien completamente dependiente de las drogas para suprimir su contacto con los muertos a aceptar sus poderes y convertirse en un héroe genuino. Esta evolución fue lo que hizo que su sacrificio final, en el que desaparece junto con sus hermanos para evitar otro apocalipsis, resultara tan decepcionante. No es que Klaus no fuera capaz de sacrificarse por el bien común, sino que su desarrollo merecía un final más satisfactorio, uno que le permitiera seguir explorando su poder y, quizás, encontrar la paz que siempre buscó.
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¿El cierre de la serie falló en honrar a sus personajes?
El final de 'The Umbrella Academy' no solo impactó a Klaus, sino a todos los hermanos Hargreeves. La decisión de borrarlos de la existencia y restablecer una línea temporal sin ellos fue un movimiento audaz, pero para muchos espectadores, esta resolución dejó más preguntas que respuestas. Después de tres temporadas llenas de momentos icónicos, giros inesperados y desarrollo de personajes, el cierre abrupto de sus historias resultó anticlimático. En el caso de Klaus, en particular, se siente como una oportunidad desperdiciada para darle un verdadero final heroico o, al menos, uno que hiciera justicia a su complejidad emocional.
El showrunner Steve Blackman, al alejarse del material original de la novela gráfica de Way en esta última temporada, optó por una conclusión que, si bien cierra el ciclo de apocalipsis, lo hace sacrificando el potencial de personajes como Klaus. Algunos fans argumentan que, tras todo lo que el personaje había soportado, merecía un final que le brindara una mejor redención. Aún así, es el que dice la línea final antes de su desaparición total.
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Klaus: el personaje que nunca debió desaparecer
La esencia de 'The Umbrella Academy' siempre fue la disfunción familiar y la lucha por encontrar un propósito en medio del caos. Y Klaus, con su mezcla de humor, vulnerabilidad y poder, personificaba esa esencia a la perfección. Su capacidad para conectar con los demás, tanto vivos como muertos, lo convertía en el pegamento emocional del equipo. El hecho de que su historia terminara de manera tan repentina dejó a muchos preguntándose si los Hargreeves no podrían haber tenido una mejor despedida.
Aunque algunos seguidores defienden el final como algo poético y coherente con la naturaleza caótica de la serie, otros siguen pensando que los hermanos merecían más. En lugar de ser simplemente borrados del multiverso, podrían haber tenido una oportunidad para trascender de una manera más significativa, y en ese sentido, Klaus habría sido un excelente guardián de los muertos o alguien que ayudara a restaurar el equilibrio entre los mundos.
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Yo no sé ustedes, pero aún sigo dándole vueltas a muchas cosas de la serie y, pasados unos meses, habré de sumergirme de nuevo en la historia de los hermanos Hargreeves y su lucha por salvar el universo. A mí parecer, si bien el círculo se cerró, podrían habernos dado un poco más de Klaus y compañía. ¿O estoy pidiendo demasiado?