Como si se tratara de una película de ciencia ficción, la comunidad científica está cada vez más cerca de lograr lo impensable: traer de vuelta a un animal prehistórico extinto. A diferencia del icónico filme 'Jurassic Park', donde los dinosaurios fueron resucitados, los esfuerzos actuales están enfocados en revivir especies más recientes, y la estrella de este ambicioso proyecto es el mamut lanudo, una criatura que habitó la Tierra hace más de 4.000 años.
Agencia SINC
El avance de la "desextinción" y sus desafíos
La "desextinción", una rama emergente de la biotecnología, ha avanzado significativamente en las últimas dos décadas. Este campo busca revivir especies extintas utilizando tecnología genética avanzada. En lugar de recrear dinosaurios, los científicos están centrando sus esfuerzos en especies que tienen parientes vivos, lo que facilita el proceso de resurrección.
Colossal Biosciences, una empresa que lidera este innovador campo, ha lanzado un proyecto ambicioso para traer de vuelta a los mamuts. Los investigadores planean hacerlo mediante la extracción de ADN de restos bien conservados en el permafrost ártico y la inserción de estos genes en el genoma del elefante asiático, un pariente cercano del mamut. Según los planes, las primeras crías de mamut podrían nacer en 2028.
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¿'Jurassic Park' en la vida real?
El paralelismo con 'Jurassic Park' es inevitable. La icónica película de Steven Spielberg popularizó la idea de revivir especies extintas, pero mientras que en la ficción los científicos se centraron en dinosaurios, en la realidad, los esfuerzos se dirigen a especies más recientes. Sin embargo, este avance no está exento de controversias.
Uno de los principales desafíos que enfrenta este proyecto es el impacto ecológico que podría tener la reintroducción de una especie extinta en ecosistemas que han evolucionado sin su presencia. Los mamuts desempeñaron un papel crucial en la preservación de los pastizales árticos, pero su reaparición podría tener consecuencias imprevistas. Además, existen dudas sobre la viabilidad a largo plazo de una población de mamuts, así como sobre los recursos necesarios para mantenerla.
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Un componente clave en la carrera hacia la desextinción es la preservación del ADN. Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han desarrollado una técnica innovadora para almacenar y proteger el ADN de manera más eficiente. Este método, conocido como Thermoset-REinforced Xeropreservation (T-REX), utiliza polímeros similares al ámbar para encapsular el ADN, manteniéndolo seguro a temperatura ambiente y eliminando la necesidad de costosos sistemas de congelación.
El T-REX permite encapsular el ADN en una sustancia parecida al ámbar, protegiéndolo de la humedad y el calor, factores que usualmente dañan las moléculas genéticas. Esta técnica ha demostrado ser efectiva incluso bajo condiciones extremas, preservando la información genética de manera segura y permitiendo su recuperación en cuestión de horas, un avance significativo frente a los métodos tradicionales.
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¿Hacia un nuevo paradigma en la biotecnología?
La posibilidad de traer de vuelta al mamut lanudo no solo plantea preguntas sobre el futuro de la desextinción, sino que también abre un debate más amplio sobre el papel de la humanidad en la formación del futuro de la vida en la Tierra. Si bien algunos críticos señalan que los recursos dedicados a estos proyectos podrían ser mejor utilizados en la conservación de especies en peligro, otros ven en la desextinción una oportunidad para corregir errores del pasado y restaurar ecosistemas que han perdido piezas clave.
La resurrección de una especie como el mamut lanudo, que alguna vez pisoteó la tundra ártica, podría convertirse en una realidad en las próximas décadas. Si bien no veremos dinosaurios caminando entre nosotros como en 'Jurassic Park', la perspectiva de un mundo donde los mamuts vuelvan a vagar por la Tierra es fascinante y aterradora al mismo tiempo. Los avances en la biotecnología nos están llevando a un punto en el que lo que antes era solo ficción, ahora podría convertirse en realidad. ¿Estamos preparados para las implicaciones de traer de vuelta a una especie extinta? El tiempo, y la ciencia, lo dirán.