Quince días después de la salida del episodio 12, finalmente pudimos asistir al impactante episodio 13 de 'My Hero Academia' (Boku no Hero). Y cuando digo impactante, me quedo corto. Con apenas dos días al aire, esta nueva entrega ya se ha convertido en una de las más comentadas por los fans, pues el ansiado enfrentamiento final entre Izuku Midoriya y Tomura Shiraki tiene lugar por fin.
Desde los primeros minutos, el episodio 13 retoma la historia justo donde el anterior la dejó, con Deku preparándose para la batalla más importante de su vida. Sin embargo, el episodio no se apresura a lanzarlo a la acción de inmediato. En su lugar, ofrece un breve resumen de los eventos recientes para contextualizar la gravedad de la situación. Esta elección de ritmo, aunque puede sentirse un poco lenta para algunos, es necesaria para subrayar la tensión creciente y preparar el terreno para lo que está por venir.
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Una de las características más notables del episodio es su capacidad para vincular los eventos actuales con batallas pasadas, recordando al público los momentos decisivos que han llevado a Deku a este punto. La referencia a la batalla entre All Might y All For One, así como el enfrentamiento entre Star and Stripe y Tomura, añade un peso temático que eleva la narrativa. Esta conexión con el pasado no solo profundiza la historia, sino que también resalta la evolución de Deku como héroe.
Gracias a la ayuda de los pilotos americanos, Deku logra llegar al campo de batalla, acelerando su movimiento con la combinación de su Látigo Negro y la velocidad de los jets. Todo se empieza a complicar cuando Deku ve el cuerpo de Bakugo en el suelo y no percibe el latido de su corazón. De repente, se sumerge en un estado de desesperación, que es exactamente lo que Shigaraki esperaba. En este momento, el episodio captura la vulnerabilidad de Deku, recordándonos que, a pesar de su poder, sigue siendo un joven emocionalmente sensible. Sin embargo, es en estos momentos de mayor debilidad donde los verdaderos héroes se definen.
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Afortunadamente, Mirio está presente para ayudar a Deku a recuperar la compostura. Las palabras de aliento de Mirio, quien le explica que si bien Bakugo está clínicamente muerto, aún no pierden las esperanzas de que regrese, además, la influencia de los vestigios de One For All, permiten a Deku superar su desesperación y concentrarse en la tarea en cuestión. Este apoyo es crucial, ya que permite a Deku utilizar su inteligencia táctica junto con su poder físico para enfrentarse a Shigaraki en igualdad de condiciones.
La segunda mitad del episodio se dedica casi por completo a la batalla entre Deku y Shigaraki. Aquí, Deku muestra una maestría sin precedentes en el uso de sus dones, combinándolos de manera estratégica para mantener a su rival a la defensiva. La animación brilla en estas secuencias, capturando cada movimiento con una precisión y fluidez impresionantes.
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En los últimos minutos, la historia da un giro inesperado, sugiriendo que la victoria no será tan fácil como parece. Aunque Shigaraki sigue sin poder usar todos sus dones, la fusión de su mente con la de All For One sugiere un peligro inminente. Esta situación no solo intensifica la tensión, sino que también plantea preguntas sobre el futuro de la batalla y el destino de los héroes.
El episodio 13 de la séptima temporada de 'My Hero Academia' es una mezcla perfecta de acción intensa, desarrollo de personajes y giros inesperados. Con Deku al límite y Tomura Shigaraki evolucionando en una amenaza aún mayor, el episodio prepara el escenario para un enfrentamiento final que promete ser inolvidable. Lo que está por venir parece que nos dejará, simplemente, anonadados.