Este personaje de 'House of the Dragon' padece ansiedad crónica y pocos lo notaron
Santiago Díaz Benavides
Lector adicto, miope curioso y cinéfilo. Una vez tuve una columna de cine que nadie leyó. Todos dicen que me parezco a El Profesor.

La salud mental es un asunto que, incluso en Westeros, debería ser parte primordial de la agenda.

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Con el final de la segunda temporada de 'House of the Dragon' y la promesa del inicio de la tercera en el panorama, tenemos la oportunidad de adentrarnos un poco más en los personajes que han hecho parte de esta historia que antecede a los eventos que vimos en 'Game of Thrones', la popular serie de HBO que marcó a toda una generación.

En el mundo de Westeros, donde los dragones vuelan y las intrigas abundan, se esconden historias más humanas y cercanas a la realidad de lo que podríamos imaginar. Una de ellas, quizá de las más interesantes para la audiencia, es la de Aemond Targaryen, el segundo hijo del rey Viserys I y Alicent Hightower, cuyo comportamiento a lo largo de las dos primeras temporadas de la serie sugiere que puede llegar a padecer ansiedad crónica, una condición que afecta a millones de personas en el mundo real.

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La lucha interna de Aemond Targaryen

Aemond se presenta como un joven miembro de la poderosa familia Targaryen, marcado por la ambición y la necesidad de demostrar su valía. Desde el primer momento, se enfrenta a una serie de desafíos que ponen a prueba su carácter y su estabilidad emocional. La presión constante de su familia y las altas expectativas que recaen sobre él parecen ser factores determinantes en la aparición de síntomas de ansiedad.

La ansiedad crónica se caracteriza por una preocupación persistente y excesiva, acompañada de una serie de síntomas físicos y emocionales. En el caso de Aemond, varios comportamientos a lo largo de las temporadas 1 y 2 pueden interpretarse como manifestaciones de esta condición:

  • Preocupación constante: Aemond muestra una preocupación incesante por su lugar en la familia Targaryen y su papel en el conflicto sucesorio. Su necesidad de ganar respeto y reconocimiento puede ser vista como un intento de calmar su ansiedad interna.
  • Tensión y nerviosismo: A lo largo de la serie, Aemond exhibe signos de tensión física y emocional. Su comportamiento impulsivo y a veces agresivo podría ser un mecanismo para lidiar con su ansiedad subyacente.
  • Agresividad y hostilidad: En varias ocasiones, Aemond reacciona con agresividad hacia otros personajes, especialmente cuando se siente amenazado o cuestionado. Esta hostilidad puede ser una forma de exteriorizar su ansiedad y protegerse de posibles ataques.
  • Búsqueda de validación: Su deseo constante de ser reconocido y valorado por su familia, así como su insistencia en demostrar su superioridad, son indicativos de una lucha interna por calmar su ansiedad y encontrar un sentido de seguridad y pertenencia.
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Dos eventos en particular destacan en la narrativa de Aemond y pueden haber contribuido significativamente a su ansiedad crónica:

  • La pérdida de su ojo: El incidente en el que Aemond pierde un ojo no solo es traumático físicamente, sino que también tiene profundas repercusiones emocionales. Ser objeto de burla y subestimación por parte de su familia y aliados agrava su inseguridad y ansiedad.
  • Confrontaciones familiares: Las constantes tensiones y disputas con sus hermanos y otros miembros de la corte aumentan su estrés y su estado de alerta, afectando su comportamiento y sus decisiones de manera notable.
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La serie 'House of the Dragon' logra capturar la complejidad de la ansiedad de Aemond de manera sutil pero efectiva. Los guionistas y el actor que lo interpreta han trabajado en conjunto para mostrar a un personaje que, aunque fuerte y decidido por fuera, lucha con demonios internos que lo hacen más humano y creíble para la audiencia.

Al humanizar a un personaje en un mundo de fantasía, la serie ofrece una representación más inclusiva y comprensiva de la salud mental, mostrando que incluso los más fuertes pueden tener batallas internas. Aemond Targaryen es más que un príncipe ambicioso en 'House of the Dragon'. Es un reflejo de la lucha interna que muchos enfrentan, una representación de la ansiedad crónica que rara vez se discute en el contexto de personajes poderosos.

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