En el séptimo episodio de la segunda temporada de 'La Casa del Dragón', Alicent Hightower protagoniza una escena cargada de simbolismo. La reina, quien ha sido una figura central en las intrigas del reino, se adentra sola en el bosque y se sumerge en un lago, despojándose de su vestido verde. Flotando boca arriba, en silencio y en paz, esta escena ha sido interpretada como una representación de su deseo de purificación y renacimiento. Según Olivia Cooke, actriz que interpreta a Alicent, esta escena representa un bautismo, un intento de la reina de expiar sus culpas y comenzar una nueva etapa en su vida.
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A lo largo de la serie, Alicent ha pasado de ser una joven obligada a casarse con el rey Viserys Targaryen a convertirse en una figura clave en las maniobras políticas que aseguraron el ascenso al trono de su hijo, Aegon Targaryen. Sin embargo, su poder e influencia han declinado, especialmente tras la elección de Aemond como nuevo regente, una decisión que dejó a Alicent marginada y traicionada por Criston Cole, su antiguo amante y aliado.
El avance del episodio final de la temporada promete un desenlace épico lleno de acción y drama, con Criston Cole advirtiendo ominosamente sobre la aniquilación inminente. La guerra por el Trono de Hierro se intensifica, con fuerzas de ambos bandos preparándose para la batalla. Gwayne Hightower lidera a las fuerzas Lannister, mientras Daemon Targaryen organiza a su ejército en las Tierras de los Ríos y Rhaenyra se prepara en Rocadragón. En Kings Landing, Aemond ordena a Helaena llevar a su dragón Dreamfyre al combate, a pesar de la fragilidad de su hermana tras la muerte de su hijo y las heridas de su esposo Aegon.
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En medio de este caos, la escena de Alicent en el lago adquiere un nuevo significado. Su acto de inmersión en el agua puede interpretarse no solo como un deseo de redención, sino también como una premonición de su propio final. En un reino donde la traición y la violencia son moneda corriente, la paz momentánea que encuentra bajo el agua podría ser su último respiro antes de enfrentar su destino final.
La segunda temporada de 'La Casa del Dragón' nos ha mantenido al límite de la ansiedad, y el episodio final promete cerrar esta etapa con un clímax memorable. La batalla entre los dragones y los hombres se avecina, y en medio de esta tormenta se encuentra Alicent Hightower, una figura trágica y compleja cuyo futuro es tan incierto como el del propio reino.