En el episodio 3 de la segunda temporada de 'La Casa del Dragón', titulado "El molino ardiente", se introduce a Ulf el Blanco, un personaje intrigante que asegura ser el bastardo de Baelon Targaryen, lo que lo convertiría en medio hermano del difunto rey Viserys I y del actual rey consorte Daemon Targaryen. Esta declaración ha causado gran revuelo entre los fanáticos, ya que no hay mención en los libros de George R.R. Martin que confirme esta relación.
¿Quién es Ulf el Blanco?
En la novela "Fuego y Sangre" de George R.R. Martin, Ulf el Blanco es uno de los "Dragones Negros" durante la Danza de los Dragones, una guerra civil Targaryen. De origen humilde, Ulf se distingue al convertirse en uno de los pocos jinetes de dragón, montando a Silverwing, el dragón de la antigua reina Alysanne. Aunque su paternidad no está clara en los libros, en la serie él afirma ser hijo de Baelon Targaryen. Esta afirmación, sin embargo, es cuestionable dado el carácter fiel de Baelon hacia su esposa, Alyssa.
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Ulf el Blanco es presentado en una taberna, donde explica su ascendencia y expresa su apoyo a su sobrina Rhaenyra como la legítima heredera al Trono de Hierro. Esta declaración pública es significativa, ya que ocurre justo antes de la entrada triunfal de Aegon, lo que añade tensión a la ya compleja lucha por el poder en Westeros.
El papel de Ulf en la guerra civil
En la serie, Ulf se une a los Dragones Negros tras ser convocado como una “semilla de dragón”, un término que se refiere a los bastardos Targaryen o personas de ascendencia Valyria que intentan dominar a los dragones de Rocadragón. Durante la Danza de los Dragones, Ulf se distingue por cambiar de bando en más de una ocasión, lo que refleja su naturaleza ambiciosa y oportunista. Su alianza fluctuante añade un nivel adicional de incertidumbre y drama a la guerra civil Targaryen.
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A medida que avanza la trama, se espera que Ulf el Blanco juegue un papel crucial junto a otros personajes como Hugh Hammer y Addam de Hull, quienes también son jinetes de dragón de origen humilde. La presencia de estos nuevos jinetes promete complicar aún más el juego de poder en Westeros, ya que cada uno buscará maximizar sus propios intereses en medio del caos de la guerra.