Desde su debut junto a Al Pacino en Scarface en 1983, la carrera de Michelle Pfeiffer ha estado llena de éxitos como Un romance muy peligroso, El hechizo de Áquila y Las brujas de Eastwick. Su interpretación en Ligas peligrosas le valió su primera nominación al Oscar en 1988, y poco después llamó la atención de directores de renombre como Martin Scorsese y Jonathan Demme.
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En 1988, Jonathan Demme quedó impresionado con el talento de Pfeiffer y le ofreció el papel principal en su siguiente proyecto: El silencio de los inocentes. Sin embargo, la actriz rechazó el papel debido al temor que le provocaba el oscuro guion basado en la novela de Thomas Harris. En una entrevista con The New Yorker, Pfeiffer reveló cuáles fueron las razones que la llevaron a decir no al proyecto.
“Me dio mucho miedo El silencio de los inocentes. Había tanta maldad en la película. Mi mayor arrepentimiento por mi decisión es haber perdido la oportunidad de trabajar nuevamente con Jonathan. Fue solo que el mal ganó al final, que prevaleció en el desenlace. No me sentí cómoda con ese final. No quería llevar ese mensaje al mundo.
La decisión de Pfeiffer abrió el camino para Jodie Foster, quien finalmente interpretó a la agente del FBI Clarice Starling. Su actuación junto al icónico Hannibal Lecter, interpretado por Anthony Hopkins, se convirtió en una de las más memorables de su carrera. Ambos actores ganaron el Oscar por sus papeles, y la película se convirtió en una de las pocas en la historia en ganar los cinco principales premios de la Academia: Mejor actor, Mejor actriz, Mejor guion, Mejor director y Mejor película.
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Aunque Pfeiffer no formó parte de El silencio de los inocentes, su presencia en la industria del cine sigue intacta, y la película, no solo dejó una huella imborrable en el cine de suspenso, sino que también demostró que incluso los actores más talentosos pueden sentirse intimidados por la oscuridad que a veces refleja el arte.
A pesar de su decisión, Michelle Pfeiffer guarda un profundo respeto y cariño por Demme, quien falleció en 2017. “Es muy triste para mí que ya no esté con nosotros”, comentó la actriz a The New Yorker. “Ante todo, era simplemente la persona más agradable. Era tan gracioso y fácil de hacer reír, así que nos reíamos todo el tiempo.”