Las producciones surcoreanas siguen adentrandose en nuestra cotidianidad. No son solo las series dramáticas que cada tanto aparecen en streaming, también películas que se ganan su lugar en las carteleras de distintas partes del mundo, y en Latinoamérica especialmente. Esta vez, el director Jang Jae-hyun nos presenta 'Exhuma: La tumba del diablo', una película que ya ha dejado una marca significativa en Corea del Sur, superando incluso a la aclamada 'Parasite' en taquilla. Pero, ¿es realmente buena esta cinta? ¿qué es lo que hace a esta película tan especial?
Cine Caníbal
La trama de 'Exhuma' nos sumerge en el mundo del chamanismo coreano, una práctica espiritual que se entrelaza con el trauma histórico de la ocupación japonesa. La protagonista, Hwarim (interpretada por Kim Go-eun), es una chamana contratada por una familia adinerada cuyos hijos primogénitos no pueden dormir debido al llamado inquietante de un antepasado. Junto a un equipo de expertos, que incluye a un asistente fiel (Lee Do-hyun), un especialista en Feng Shui (Choi Min-sik) y un maestro de ceremonias fúnebres (Yoo Hae-jin), Hwarim intenta realizar un ritual de exhumación para apaciguar el espíritu perturbado.
Si bien el arranque es lento y uno pensaría, por el título, que la cinta es una carga de frenesí puro a causa del terror, no es así. La película se distingue por su detallada representación de los rituales chamanistas, creando una atmósfera envolvente y auténtica. Las secuencias de exorcismo y los cánticos ceremoniales están meticulosamente coreografiados, aumentando la tensión y el ritmo de la narrativa, sumergiendo al espectador en un ambiente asfixiante y misterioso.
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Las actuaciones en 'Exhuma' son su punto fuerte, con Kim Go-eun y Choi Min-sik a la cabeza. Kim Go-eun, en el papel de Hwarim, ofrece una actuación más que convincente, manteniendo una presencia imponente y controlada incluso ante las amenazas sobrenaturales. Choi Min-sik, por su parte, aporta un toque de prudencia y carisma, actuando como la voz de la razón en el grupo.
La trama, por momentos cíclica y poco comprensible, no deja al espectador indistinto. Si bien los efectos especiales hubiesen podido ser un poco más estructurados y las líneas secundarias de la historia habrían podido tener un mejor desarrollo, la película consigue representar muy bien su argumento central.
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La película cambia de tono de manera inesperada, transformándose en una reflexión sobre el doloroso pasado de Corea bajo la ocupación japonesa. Este giro argumental desplaza el terror por el suspenso y la fantasía histórica. A través de esta transición, 'Exhuma' hila inteligentemente la historia de los fantasmas personales con los de toda una nación, ofreciendo una alegoría potente sobre el trauma colectivo.
Con un equilibrio entre el miedo y la introspección histórica, esta película ofrece una experiencia única que trasciende los sustos convencionales. Aunque no es la más terrorífica, su capacidad para conectar elementos tradicionales con temas históricos profundos la convierte en una opción interesante para los amantes del cine que buscan algo más que simples sobresaltos.