En 1991, Edward Furlong estaba en la cima de su carrera. Con solo doce años, debutó en Hollywood interpretando a John Connor en la icónica película Terminator 2: Judgment Day, junto a Arnold Schwarzenegger y Linda Hamilton. Esta película, dirigida por James Cameron, no solo revolucionó el cine de acción con sus efectos especiales, sino que también consolidó a Furlong como una joven promesa en la actuación.
Sin embargo, el camino de Furlong en Hollywood no fue tan brillante como muchos esperaban. Después de Terminator 2, tuvo un papel junto a Edward Norton en el drama American History X (1998), donde interpretó a un joven atrapado en el mundo del neonazismo. A pesar de que esta producción también fue un éxito, la mayoría de sus películas posteriores pasaron desapercibidas.
Aparte de su carrera en el cine, Furlong también incursionó en el mundo del modelaje, trabajando para marcas como Calvin Klein, y en la música, logrando un número uno en las listas de sencillos japonesas con su canción Hold Me Tight. Sin embargo, a principios de los 2000, sus problemas personales comenzaron a ser el punto negro en su carrera profesional.
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Al igual que muchos actores que comenzaron sus carreras en Hollywood siendo muy jóvenes, Furlong luchó con el abuso de sustancias adictivas, incluyendo alcohol, heroína y cocaína, condición que lo llevó a que perdiera importantes oportunidades en la industria. Por ejemplo, en la misma saga que lo catapultó a la fama, terminó siendo reemplazado y en Terminator 3: La rebelión de las máquinas, Nick Stahl fue el elegido para continuar con el papel.
Luego de esto, sus apariciones en películas se limitaron a producciones de bajo presupuesto y lanzamientos directos a DVD, como The Crow: Wicked Prayer y la película de Uwe Boll Siegburg.
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Por otro lado, más hacia su vida personal, en 2006, se casó con la actriz Rachael Bella, conocida por su papel en The Ring, sin embargo, la pareja se separó en 2009 debido a "diferencias irreconciliables". Años más tarde, en 2013, Furlong fue sentenciado a seis meses de cárcel por violar repetidamente las condiciones de su libertad condicional y por comportamiento violento hacia su exesposa. Finalmente, en 2018, ingresó a una clínica de rehabilitación y desde entonces, según sus propias declaraciones, ha estado limpio.
Si bien Edward ha logrado recuperarse de sus adicciones, no podemos decir lo mismo de su carrera. Su momento de gloria quedó encapsulado en su adolescencia, pero a pesar de todo, seguro habrá aprendido más de una lección en el camino. ¿Lo recordabas?