En el último tiempo, Max y Netflix han apostado por revitalizar esta saga de ciencia ficción que, a pesar de su éxito comercial, ha sido subestimada por la crítica. Con el lanzamiento de su quinta entrega, ambas plataformas demuestran que incluso las franquicias aparentemente desechables pueden tener segundas oportunidades entre la audiencia.
Estamos hablando de 'Resident Evil', que en esta ocasión, nos presenta a Alice, una vez más interpretada por Milla Jovovich, despertando en un centro de investigación de la Corporación Umbrella. Allí, Alice se enfrenta a la realidad distorsionada de sus recuerdos y a la imparable propagación del virus zombi. Su lucha contra monstruos grotescos y secuaces de sombrías organizaciones globales se despliega en un viaje frenético por ciudades icónicas como Tokio, Nueva York, Moscú y Washington.
Aunque la historia pueda parecer un tanto predecible, la verdadera fuerza de 'Resident Evil 5' radica en su capacidad para ofrecer un espectáculo visualmente impresionante. La producción de alta calidad, combinada con secuencias de acción coreografiadas con precisión y una serie de giros inesperados, convierte a esta entrega en un deleite para los sentidos.
La película ofrece un equilibrio perfecto entre lo absurdo y lo emocionante, recordando a los espectadores que, a veces, el entretenimiento puro puede ser una experiencia memorable. La mezcla de tiroteos estilizados, peleas intensas y monstruos desafiantes crea una atmósfera que mantiene a los espectadores al borde de sus asientos.
Para aquellos que aún no han explorado el universo cinematográfico de 'Resident Evil', esta entrega se presenta como un excelente punto de partida. La película encapsula lo mejor de la serie: acción desenfrenada, efectos especiales deslumbrantes y una protagonista icónica que lucha contra adversidades inhumanas.