
Los 90, así como el comienzo de los 2000, fueron épocas llenas de películas de dudosa calidad cinematográfica, pero que contaron con robustos presupuestos por parte de los estudios que las lanzaron. Tal fue el caso que muchas se convirtieron en producciones de culto aunque en su momento la crítica las masacró.
Muchos, cuando se dice lo interior, traen a su mente casos como el de Marcianos a la ataque. El largometraje de 1996 tuvo a Jack Black, Jack Nicholson, Danny DeVito, Pierce Brosnan, Glenn Close y otro ramillete de estrellas. Sin embargo, lo que hubo en pantalla fue un auténtico desastre sin pies ni cabeza, pero con mucho dinero de por medio por algún motivo.
A pesar de todo, el público respaldó tan lamentable experimento al punto que recaudó 101 millones de dólares después de una inversión de 70 que, para ese entonces, era más de lo común. 007: Goldeneye solamente requirió 60 para su realización, mientras que El padrino 3 nada más usó 13.

Otro ejemplo muy similar es el de Austin Powers en Goldmember. Las primeras dos entregas protagonizadas por Mike Myers habían sido atacadas por gran parte de la prensa especializada por la hipersexualización de las mujeres, los comentarios que superaban la sátira y pasaban al irrespeto hacia ciertas comunidades o la falta de nivel en el guion compensada con chistes burdos.
Sin importar todos los puntos en contra, en 2002 se estrenó una tercera parte, la cual cayó como un baldado de agua fría para todos sus críticos. En esta, New Line Cinema decidió destinar 63 millones de dólares, así como el uso de muchos favores especiales, para llevarla a cabo.
Los cameos sorprendentes en 'Austin Powers en Goldmember'
Por eso, parte de la trama del filme es que Austin Powers decide retirarse y por todo el bien que había hecho, le hacen una película. Cuando muestran la realización de la misma, el papel principal es ocupado por Tom Cruise, quien aparece frente a las cámaras, de la misma manera que Britney Spears. Danny DeVito es el elegido para el rol de Mini-Me, en cuanto el Doctor Malito es el afamado Kevin Spacey.
El proyecto ficticio es dirigido, nada más y nada menos, que por Steven Spielberg, quien también sale en escena.

Todo lo anterior sin contar que la co-protagonista de Myers en esta ocasión fue Beyoncé Knowles.