A casi 50 años del inicio de su carrera, Richard Gere sigue siendo una figura destacada en Hollywood. Gran parte de ese éxito se debió, en buena medida, a dos proyectos en particular: 'Reto al destino' (1982) y 'Mujer bonita' (1990), ambas cintas de las que hoy el actor, al parecer, se arrepiente.
Hay que recordar que la primera vez que Gere habló de manera negativa de su experiencia como parte de estas películas fue en 1993, durante una entrevista con la revista Movieline. En aquella ocasión, el actor confesó que su participación en estos proyectos es algo que lamenta profundamente.
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Gere admitió que no tenía ningún interés en estos guiones y que aceptó los papeles debido a la insistencia del productor Jeffrey Katzenberg, quien trabajaba en Paramount y luego en Disney.
'Mujer bonita' es algo que nunca hubiera hecho. Al igual que 'Reto al destino'. No tenía ningún interés en esos guiones
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La química entre Richard Gere y Julia Roberts en 'Mujer bonita' fue un factor crucial para el éxito de la película, que recaudó más de 460 millones de dólares a nivel mundial. A pesar de esto, Gere cree que esta película, junto con 'Reto al destino', lo encasillaron en ciertos tipos de roles, afectando negativamente la diversidad de oportunidades que recibió posteriormente.
A pesar de sus críticas a la cinta, Gere volvió a trabajar con el director Garry Marshall y Julia Roberts en 'Novia fugitiva' (1999), demostrando una vez más su capacidad para atraer al público con su encanto y talento.
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Después de protagonizar 'Días del cielo' (1978) y 'Gigoló Americano' (1980), Gere experimentó un declive en su carrera a pesar de sus éxitos comerciales. En sus propias palabras, tuvo que "arrastrarse un poco para conseguir ofertas". La decisión de participar en 'Asuntos sucios' (1990) fue particularmente difícil para él, ya que temía que pudiera ser un fracaso. Afortunadamente, resultó ser una de sus películas favoritas y una de sus mejores experiencias profesionales.
Recientemente, Gere estrenó su nueva película 'Oh, Canada' en el Festival de Cine de Cannes, marcando su reunión con el director Paul Schrader, con quien trabajó en 'Gigoló Americano' hace 40 años. Hoy sigue siendo un testimonio de resiliencia en la industria cinematográfica, demostrando que incluso los errores pueden convertirse en hitos importantes en una carrera longeva y exitosa.