
'Shingeki no Kyojin' (Attack on Titan) ha llegado a su fin y, querámoslo o no, debemos admitir que la última aventura de Eren y compañía nos ha dejado una carga de emociones bastante pesada. Con el último episodio, seguramente a más de uno se le escapó una lágrima, y de paso, una que otra duda ha quedado en el aire, así como las reflexiones.
Después de la devastadora batalla donde Eren y la Fundadora provocan la destrucción de gran parte de la Tierra, los eldianos se unen para detener la catástrofe. Armin consigue convencer a los titanes originales de detener el retumbar y luego sostiene una conversación con Eren en la que éste le revela que el poder de los titanes, enraizado en el caos primigenio que dio origen a la vida, fue explotado y mal utilizado a lo largo de los siglos.

Eren, en su búsqueda por la libertad, se ve forzado a enfrentar un sacrificio supremo: su propia muerte. Este acto, necesario para romper el ciclo de opresión de 2000 años impuesto sobre los eldianos, simboliza el fin de una era de guerra perpetua.
El protagonista, a pesar de ser uno de los seres más poderosos, estuvo constreñido por las expectativas de otros y las circunstancias, siempre anhelando una vida de paz junto a sus amigos. Su muerte a manos de Mikasa es un paso crucial para poner fin al reinado de los titanes y permitir que sus amigos y su gente encuentren la libertad que tanto anhelaban.

No obstante, el desenlace no es un cuento de hadas. Incluso después de la desaparición de los titanes, el mundo continúa inmerso en la guerra. Marley persiste en sus ambiciones de dominio, señalando que el conflicto y la ambición no se detienen con la eliminación de una única amenaza.
Los eldianos, unidos y liderados por Historia Reiss, junto con sus aliados, buscan labrarse un destino propio en un mundo caótico pero hermoso, ahora libres de las cadenas impuestas por los titanes.
La historia regresa a sus raíces cuando Mikasa entierra a Eren en el mismo lugar donde la aventura comenzó, cerrando un ciclo. La escena final, llena de emotividad, refleja un simbolismo profundo al mostrar a Mikasa conversando con los recuerdos de Eren, culminando con un gesto simbólico representado por un ave que restablece la bufanda, una promesa cumplida.

'Attack on Titan' (Shingeki no Kyojin) culmina con nuestras lágrimas y gratitud, dejándonos con varias reflexiones sobre el precio de la libertad y los sacrificios inherentes a la conquista de un mundo mejor.
Aunque el final del anime ha generado opiniones divididas entre sus seguidores, todos estamos de acuerdo en que hemos asistido a una de las mejores producciones del género en su historia y será difícil que algún otro pueda superarle.
En redes sociales, los fanáticos se hacen sentir, repasando algunos de los mejores momentos del episodio final y, simplemente, aplaudiendo ante lo que acabamos de ver.