La cuarta temporada de la exitosa serie británica 'Sex Education' nos sorprendió con un giro inesperado al final de la trama: la aparición de un personaje divino. Además, en comparación con las entregas anteriores, el desenlace de esta nos ha dejado un aire de decepción.
No solo el desenlace de la relación entre Otis y su pareja nos dejó con sentimientos encontrados; la calidad general de los ocho episodios no ha estado del todo resuelta. Tanto el público como la crítica han expresado su insatisfacción en plataformas como Rotten Tomatoes e IMDB con calificaciones mixtas.
Netflix
Más allá de esto, hay que hablar de los puntos buenos. Uno de los aspectos más notables de la cuarta temporada fue el desarrollo del personaje de Eric. En esta entrega, Eric enfrentó un dilema crucial relacionado con su fe cristiana y su identidad gay. Se encontró en una encrucijada: revelar su autenticidad a su comunidad religiosa o alejarse silenciosamente de un mundo que le era importante.
En medio de ello, a Eric se le aparece Dios para dejarle un mensaje importante. Este evento fue un punto de inflexión en la historia de Eric, quien había decidido alejarse de su bautizo debido a su temor a la incomprensión de su iglesia hacia su orientación sexual.
Netflix
Los guionistas de la serie plantearon la presencia de Dios a través de visiones del personaje. Eric, cada vez más escéptico, se ve perseguido por la presencia divina en su vida y, sobre el final, esta se hace manifiesta para mostrarle el camino verdadero.
A muchos les gustó la inclusión de este Dios en la trama, mientras que a otros no les ha hecho gracia. A mí, la verdad es que me dio igual. La exploración del conflicto interno de Eric es lo que cuenta aquí.
'Sex Education', pese a los comentarios, culminó con éxito, situándose entre las series más vistas por los usuarios de Netflix en distintos países del mundo. Para nadie es un secreto que ha sido una de las mejores series británicas de los últimos años.