
Pocas historias nos atraviesan tanto como esas que vienen de los secretos familiares y nos definen, aunque no lo queramos. Pocas historias son, también, las que consiguen quedarse con nosotros aún después de mucho tiempo y siguen sugiriéndonos cosas sobre nuestro pasado y presente.
De ese tipo de historias es 'Inés: Recuerdos de una vida', la película documental dirigida por la colombiana Luisa Sossa y que he descubierto recién en alguna plataforma de cine gratuito.

La cinta nos sumerge en un profundo viaje hacia la historia familiar de Luisa Sossa, desde una perspectiva íntima, y con ella nos adentramos en la memoria de su bisabuela, Inés, y los valiosos textos que Sossa heredó de ella.
La historia se desarrolla tras el fallecimiento de Inés, dejando a sus hijos una herencia muy especial: diez cuadernos atados con cuerdas, resguardados en una bolsa que decía "Para mis hijos". Estas páginas revelan la vida de Inés, quien experimentó un amor idílico a una edad temprana, dejando una profunda huella en su existencia hasta el día de su muerte. Sin embargo, debido a las restricciones impuestas por su padre, se ve obligada a casarse en la década de 1920 con Gonzalo Peláez, un hombre jugador, violento y mujeriego que prefería tener hijos pero no responsabilizarse de ellos. Juntos, tuvieron más de dieciocho descendientes. Finalmente, Inés logra liberarse de este matrimonio tóxico en la década de 1950.

Con el paso de los años, se involucra en la política y persigue su sueño de convertirse en escritora. Veinte años después de su partida, su bisnieta se sumerge en sus escritos y decide rescatar y visibilizar su historia, que refleja la lucha de millones de mujeres alrededor del mundo.
Emprendiendo un viaje hacia sus orígenes, la directora entabla conversaciones con algunos de los hijos de Inés, evocando el pasado a través de fotografías, objetos y diversos encuentros con la memoria.
'Inés: Recuerdos de una vida' es una obra que cautiva y conmueve, a través de una narración sensible y emotiva, a la vez que precisa y atinada. Sossa, como directora y narradora, no se toma el protagonismo en ningún momento y consigue un gran retrato de una mujer que, oculta de su propia familia y el mundo, supo ser un personaje complejo y maravilloso en igual medida.

No conocía el trabajo de esta cineasta y agradezco haberme tropezado con el documental, pues, a decir verdad, es una pieza no solo bien construida, sino también reveladora. Después de ver el documental, es difícil no preguntarse por nuestros orígenes, por lo que tuvieron que hacer los que estuvieron antes de nosotros para que nosotros estemos hoy aquí.
Ojalá Sossa siga ejerciendo la cinematografía, pues con esta obra ha logrado un gran trabajo. No sería justo para el cinéfilo que nos privara de su visión y talento.