Después de ser seguidores de la exitosa serie de Netflix que narra la vida de la Familia Real británica, sobre todo de la quinta temporada que muestra el complicado divorcio entre Diana de Gales y el entonces príncipe Carlos de Inglaterra, llega la última y muy esperada temporada de The Crown. Aunque todavía queda tiempo para su lanzamiento, ya se ha confirmado que Kate Middleton y el príncipe Guillermo serán los protagonistas de la sexta entrega.
The Crown es considerada por muchos como una de las mejores series originales de Netflix, principalmente por su producción excepcional, desde la recreación de los interiores del Palacio de Buckingham hasta los vestuarios de época y la música. La serie también aborda temas históricos importantes, como la crisis de Suez, la elección de un primer ministro laborista y la influencia de Margaret Thatcher.
Además, al abordar la vida de la familia real inglesa, profundiza en un tema que ha influido en la cultura popular desde hace mucho tiempo: la fascinación por las historias de la realeza y los tabloides. Esta fascinación se remonta a siglos atrás, cuando las monarquías reinaban en gran parte del mundo. En la época medieval, los reyes y las reinas eran vistos como figuras divinas y las historias de sus vidas eran consideradas importantes por toda la población. Los cuentos sobre las monarquías y sus escándalos eran difundidos por los juglares y poetas de la época.
El surgimiento de la industria del entretenimiento en el siglo XX amplió aún más la cobertura de las historias de la realeza y los tabloides se convirtieron en una fuente popular de información sobre los miembros de la realeza y sus vidas privadas. El escándalo del príncipe Eduardo VIII en 1936, quien abdicó al trono para casarse con Wallis Simpson, y el trágico fallecimiento de la princesa Diana en 1997, son dos ejemplos de historias de la realeza que capturaron la atención del mundo entero.
Estos factores pueden explicar el éxito de la serie, y quizá el afán de muchos por la nueva temporada ya que nos ubica en el tiempo presente. Por ahora, será esperar y repetir que vale mucho la pena.