La serie creada por Vince Gilligan ha sido comparada con otro éxito televisivo.
Hablar de Breaking Bad es referirse a una de las series más icónicas y aclamadas de todos los tiempos. Creada por Vince Gilligan en 2008 y protagonizada por Bryan Cranston y Aaron Paul, la historia de Walter White y Jesse Pinkman tiene un lugar especial en la historia de la televisión. Sin embargo, hay algo que muchos fans desconocen: al intentar vender la serie por primera vez, Gilligan enfrentó un problema que casi sepulta su creación antes de que llegara a las pantallas.
La semejanza con ‘Weeds’
En un artículo para Newsweek en 2012, Gilligan contó cómo una desafortunada comparación con otra serie casi echa por la borda su proyecto. Todo ocurrió durante una reunión con una cadena de televisión (de la que no quiso revelar el nombre) cuando el presidente de la compañía escuchó el pitch de Breaking Bad y lo interrumpió con un comentario que dejó helado al creador: “Esto se parece mucho a Weeds”.
Gilligan, confundido, preguntó: “¿Qué es Weeds?”. Fue entonces cuando los ejecutivos le explicaron que Weeds era una serie de Showtime sobre una madre de suburbio que, tras enviudar, comienza a vender marihuana para mantener a su familia, abandonando su vida “normal” y adentrándose en el mundo del narcotráfico. Este concepto, según el ejecutivo, se asemejaba demasiado a la premisa de Breaking Bad, donde un profesor de química se convierte en fabricante de metanfetaminas para asegurar el futuro financiero de su familia.
Según relata Gilligan, en ese momento sintió cómo “la sangre salía de su cara”, y, con desánimo, miró a los dos productores que estaban con él y les preguntó: “¿Sabían ustedes de Weeds?”. La respuesta fue un rotundo sí. Uno de ellos incluso le dijo: “Weeds es un gran show, pero no tiene nada que ver con el tuyo. Ella vende marihuana y tu personaje vende metanfetaminas; es como comparar manzanas con naranjas”.
¿Y si Gilligan hubiera conocido 'Weeds' antes?
Tras algunas reuniones y rechazos, Breaking Bad encontró su hogar en AMC, donde por fin pudo desarrollarse. Pero Gilligan confesó que, de haber conocido Weeds antes de aquella primera reunión, probablemente habría abandonado la idea por completo. “Si hubiera sabido de Weeds semanas o incluso días antes de esa reunión, es muy probable que no hubiera continuado. Me habría dicho a mí mismo: ‘¡Maldición! ¡Todas las buenas ideas ya están tomadas!’”, declaró.
Breaking Bad superó las dudas iniciales y consiguió su propio espacio en la historia de la televisión, desmarcándose de cualquier otra serie. Aunque fue comparada en un inicio con Weeds, demostró que su enfoque, su narrativa y su crudeza la convertirían en un fenómeno sin comparación. Hoy, la serie es vista como una obra maestra que redefinió los límites del drama televisivo y que, a pesar de los obstáculos iniciales, logró demostrar que tenía su propio lugar y su propia voz.