El remake de 'Ranma 1/2' en Netflix sigue gustándonos y te contamos por qué
Lector adicto, miope curioso y cinéfilo. Una vez tuve una columna de cine que nadie leyó. Todos dicen que me parezco a El Profesor.

El regreso del clásico de Rumiko Takahashi nos tiene emocionados con su fórmula de humor inigualable.

El remake de 'Ranma 1/2' ha llegado a Netflix y, desde su lanzamiento, no ha dejado de despertar sonrisas entre los fans de siempre y las nuevas audiencias. Studio MAPPA apostó con buen tino por esta icónica serie de comedia y romance de Rumiko Takahashi, logrando un balance perfecto entre nostalgia y frescura.

Una de las claves del éxito del remake es que respeta la esencia de la historia. El relato sigue girando en torno a Ranma Saotome, el joven artista marcial que, debido a una maldición, cambia de género al contacto con el agua fría y solo recupera su forma original con agua caliente. Este recurso se convierte en un hilo conductor para situaciones cómicas y un análisis único sobre la identidad y los roles de género. Además, la relación con Akane Tendo, la joven con la que está comprometido de manera forzada, mantiene su espíritu de comedia romántica de enredos y malentendidos.

MAPPA ha sabido actualizar la animación, respetando el diseño original de los personajes y utilizando una paleta de colores pastel que evoca el anime de los 80, lo que permite a los espectadores recordar la estética original pero con un toque moderno. Aunque el remake no busca sorprender con escenas de acción intensa, sí da prioridad a los momentos expresivos y humorísticos, sacando el máximo provecho de las expresiones y gestos que los personajes transmiten en cada episodio.

La serie clásica de 'Ranma 1/2' quedó inconclusa en la adaptación al anime, por lo que este remake promete explorar el argumento hasta el final, desarrollando más a fondo a sus personajes y las temáticas de la serie. Cada episodio es una mezcla de nostalgia y descubrimiento, con lo que es fácil quedar atrapado en la historia y esperar con entusiasmo el siguiente capítulo.

'Ranma 1/2' sigue gustándonos no solo por su humor, sino porque, incluso décadas después, continúa cuestionando normas de género y nos recuerda que la identidad no es rígida. La serie nos enseña a reírnos de nuestras contradicciones y a entender que el amor y la autocomprensión son aventuras que requieren mucha flexibilidad y, a veces, un buen chapuzón.

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