La empresa de videojuegos más conocida de todos los tiempos enfrenta una batalla legal sin precedentes. Te explicamos los detalles
La guerra por las audiencias en la industria de los videojuegos siempre ha tenido los mismos componentes: creatividad vs. presupuesto. Aunque hay compañías muy capaces que han creado productos a la altura, a veces las que más dinero tienen en el bolsillo son las que se quedan con la fama a como dé lugar.
En ese sentido, las tres emperatrices del medio son, sin sombra de dudas, Sony (PlayStation), Microsoft (Xbox) y Nintendo. Esta última, por ejemplo, es la más tradicional de entre las tres y ha hecho consolas que han acompañado ya a varias generaciones, incluyendo la actualidad.
Es en las plataformas con este sello que se han jugado varias de las franquicias más importantes como Super Mario Bros., Pokemon, The Legend of Zelda o Super Smash Bros. Pero a pesar de la larga trayectoria en el mercado y el componente familiar que siempre le ha acompañado, la firma no pasa por sus mejores días.
Y es que por estos momentos, Nintendo está enfrentando un complejo lío legal en contra del videojuego Palworld. Por más que sea una de las multinacionales asiáticas más influyentes de todos los tiempos, no la tendría fácil ante los realizadores del título en cuestión.
¿Por qué disputan Nintendo y 'Palworld'?
La razón de la discusión es que Palworld habría copiado demasiado a Pokemon en diseño de personajes, modo de juego e historia.
Apenas comenzaron a circular comparaciones en línea, Nintendo se pronunció diciendo que revisaría el producto por posibles infracciones de derechos de autor. Tras ocho meses de indagaciones, el equió legal de la empresa anunció que demandaría a Palworld en virtud de la ley de patentes. No en tanto, el abogado especialista Kirk Sigmon comentó a PC Gamer que la misma Nintendo estaría corriendo un riesgo con esa movida.
El conocedor del asunto expresó en su entrevista que por lo que ha hecho el videojuego mencionado es probable que los personales legales revisen muchas cosas a fondo y acaben por determinar si las patentes de Pokemon se mantienen o se retiran.
Si pasa lo segundo, Game Freak podría caerle encima a Nintendo por daños y perjuicios. Así las cosas, Sigmon cree que Nintendo se equivocó y que "la demanda se volvió muy vulnerable".