¡Es una de las mejores frases de la historia del western y se la debemos a un actor brillante que no es Clint Eastwood!
Angie Quiroz
-Redactora
Cinéfila, bloguera y sagitariana. Me gusta tomarle fotos a casas y tengo carpetas con capturas de pantalla de películas.

En 'El bueno, el malo y el feo', Eli Wallach interpreta sin duda el papel de su vida, en la piel de Tuco, rol que le hizo famoso por su entrega y brillantes improvisaciones.

Si piensas en las mejores frases del cine western, probablemente te vengan a la mente las de Clint Eastwood, ¿cierto? Pues hoy te traemos una sorpresa: una de las frases más icónicas del género no es suya, sino de otro actor que brilló con luz propia en El bueno, el malo y el feo. Estamos hablando de Eli Wallach, quien interpretó a Tuco Benedicto Pacifico Juan María Ramírez, o simplemente Tuco, uno de los personajes más inolvidables del cine de vaqueros.

"¡Cuando disparas, dispara, no hables!"

Aunque Clint Eastwood es la gran estrella de la película, Eli Wallach se roba varias escenas con su increíble interpretación de Tuco. Wallach fue mucho más que un secundario. Su interpretación no solo fue memorable por el carisma del personaje, sino también por las improvisaciones geniales del actor, que dieron vida a algunas de las mejores escenas y diálogos del film.

Una de las frases más famosas de El bueno, el malo y el feo llegó de forma totalmente improvisada. En una escena, Tuco está relajado en la bañera cuando es sorprendido por un antiguo enemigo que quiere vengarse. Sin darle tiempo a terminar su discurso, Tuco lo mata desde la bañera y suelta la ya inmortal frase: "Cuando disparas, dispara, no hables". En la versión original es: "When you have to shoot, shoot! Don't talk!".

Este momento se ha convertido en una de las frases más recordadas del western y es completamente gracias a la espontaneidad de Eli Wallach. La escena fue tan buena que el propio Sergio Leone y todo el equipo se partieron de risa tras escuchar la improvisación.

La libertad creativa de Wallach

Eli Wallach no solo improvisó diálogos, sino que también contribuyó a la creación visual de su personaje. Wallach trabajó en los detalles que harían de Tuco un personaje inolvidable, desde elegir el sombrero de paja que usó durante toda la película, hasta las rodilleras de cuero que llevaba para protegerse de las espinas en el desierto.

Incluso durante una famosa escena en la que Tuco inspecciona armas en una tienda, Wallach tuvo libertad total para moverse como quisiera. La forma en que revisa cada una de las armas, desarma y arma las piezas, e incluso coloca el cartel del armero en su boca, fue completamente idea de él. Todo esto ayudó a darle a Tuco ese toque único y caótico que lo distingue.

Eli Wallach, falleció a la edad de 98 años, y su legado permanece intacto en la historia del cine. A lo largo de su carrera, trabajó en decenas de películas pero siempre será recordado por su papel como Tuco. Su capacidad para improvisar y su dedicación para dar vida a este personaje lo convirtieron en una pieza fundamental del éxito de El bueno, el malo y el feo.

Así que la próxima vez que pienses en las mejores frases del western, acuérdate de Eli Wallach, el hombre detrás de una de las escenas más icónicas del cine, que con su talento y creatividad, nos regaló una de las mejores líneas de la historia. ¡Y no, no es de Clint Eastwood!

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