Si queremos sentirnos mejor, hay algo que podemos hacer en casa y que, según la ciencia, ayuda a reducir el estrés y mejorar nuestra salud mental.
Cuando pensamos en felicidad, a menudo creemos que los momentos de ocio, como ver películas o series, son clave para alcanzarla. Sin embargo, las personas más felices del mundo tienen algo más en común, y no tiene nada que ver con el entretenimiento frente a una pantalla. Según estudios recientes, el bienestar emocional está directamente relacionado con un hábito mucho más sencillo: el orden en el hogar.
Parece que algo tan básico como mantener la casa ordenada puede influir enormemente en nuestra salud mental y emocional. Según un informe de IKEA, el 21% de las personas se sienten frustradas por tener objetos en casa sin un lugar fijo. Esto puede parecer un detalle menor, pero el desorden y la falta de organización en el entorno físico se reflejan en nuestro estado mental.
Orden en casa, orden en la mente
Mantener el hogar ordenado no solo mejora el aspecto visual, también nos ayuda a sentirnos más tranquilos y en control. El estudio Hogares con Psicología, realizado por el Consejo General de Psicología, Psychofoundation e IKEA, reveló que una casa limpia y organizada está directamente relacionada con el aumento del bienestar y la felicidad. ¿Lo mejor? No es necesario hacer grandes cambios: acciones simples como hacer la cama o mantener la cocina en orden cada día pueden marcar una diferencia significativa en nuestro estado de ánimo.
El desorden, por otro lado, se asocia con procrastinación, sobrecarga emocional y una peor calidad de vida. La psicóloga Patricia Maguet explica que, aunque cada persona puede reaccionar de manera diferente ante el caos, poner en orden nuestro espacio físico también pone en orden nuestra mente.
La doctora Danielle Roeske también lo deja claro: "El orden en nuestro entorno exterior puede ayudarnos a manejar mejor nuestras emociones internas". Es decir, cuando todo está en su lugar, nos sentimos más capaces de gestionar lo que sucede dentro de nosotros. Esto no solo reduce el estrés, sino que también mejora la autoestima. Una casa organizada crea un ambiente relajante, lo que contribuye a una mayor sensación de bienestar general.
El orden: ¿Un hábito fácil o difícil de adoptar?
Si has notado que te cuesta concentrarte en una tarea específica, puede que el desorden sea el culpable. Un estudio del Instituto de Neurociencia de Princeton encontró que tener demasiados objetos a la vista distrae al cerebro, reduciendo su capacidad de procesamiento. Por el contrario, un espacio despejado nos permite enfocarnos en una tarea a la vez, mejorando nuestra productividad y reduciendo el estrés.
¿La buena noticia? Mantener la casa ordenada no tiene que ser un trabajo titánico. Con hábitos sencillos como la regla de los dos minutos o la técnica "Power Hour" (dedicar solo una hora para organizar rápidamente) puedes transformar tu hogar en un lugar más armonioso y agradable.
Así que, aunque las películas y las series nos hacen pasar buenos ratos, parece que el verdadero camino a la felicidad podría estar en algo tan simple como mantener nuestra casa en orden. ¿Te animas a probarlo?