Las mascotas en el cine han dejado huellas imborrables en el corazón del público, desde perros valientes hasta gatos cautivadores.
Uno de los estrenos más recientes en salas colombianas, 'Un lugar en silencio: Día uno', dirigida por Michael Sarnoski, nos ha dejado una nueva estrella felina que ha conquistado a la audiencia: Frodo, el gato que acompaña a los protagonistas de la cinta a través de un mundo apocalíptico donde el silencio es la clave para sobrevivir. Este personaje, interpretado por dos gatos reales, Schnitzel y Nico, se ha ganado un lugar destacado en el panteón de mascotas icónicas del cine.
La inclusión de Frodo en 'Un lugar en silencio: Día uno' destaca la importancia de las mascotas en las narrativas cinematográficas, no solo como acompañantes, sino como personajes que aportan profundidad emocional y conexiones significativas. Schnitzel y Nico, seleccionados entre una docena de gatos, demostraron ser ideales para el papel debido a su capacidad para transmitir emociones a través de la pantalla. La interacción de estos felinos con los actores, especialmente con Lupita Nyong'o, quien superó su miedo a los gatos durante el rodaje, añade una capa de autenticidad y ternura a la película.
Esta práctica no es nueva en el cine. A lo largo de los años, diversas mascotas han dejado una marca indeleble en la gran pantalla. Repasemos algunos de esos nombres: